Ensayo fotográfico: memorias 2018

mayo 13, 2021

Cuando veo estas fotografías me pasan 2 cosas contradictorias. Primero, que las veo con cierta distancia, como un registro que tomó alguien más y que yo no viví, como si fuera la vivencia de otra persona.

Y lo otro es que me reviven las emociones que se sentían en el momento.  Como que no puedo creer que estuve ahí, y que todo eso sucedió. Se siente lejano y me cuesta creerlo. 

Eso me lleva a todo lo que ha sucedido hasta ahora, es como 1 microsegundo veloz en donde haces todo el recorrido de los últimos 3 años.  Y lo que cuesta encontrar ahora es la esperanza, en esas fotos a pesar del dolor que se vivía, había esperanza, hubo un momento de fuerte esperanza compartida.

Creo que como a muchos, el primer motivo visual que consciente o inconscientemente buscaba era alguna imagen icónica «a lo Meiselas», una imagen impactante, mi propio «hombre molotov». Pero rápidamente me di cuenta que no era un fotógrafo de guerra (ni de ningún medio).

Empecé a asumir que mi lugar no estaba en registrar cada suceso nuevo, sino enfocarme o tratar de ver lo que quedaba atrás, luego de las marchas, o lo que estaba pasando al lado contrario de donde estaba sucediendo la acción. 

Empecé a asumir que mi lugar no estaba en registrar cada suceso nuevo, sino enfocarme o tratar de ver lo que quedaba atrás, luego de las marchas, o lo que estaba pasando al lado contrario de donde estaba sucediendo la acción.

En esos momentos hay una adrenalina que te hace ver todo y sos muy consciente del entorno.  

En esos momentos hay una adrenalina que te hace ver todo y sos muy consciente del entorno.  

A mí, de repente, estando en esas situaciones, todo me parecía irreal, como una película. Y creo que al fotografiar, algo de eso quedaba ahí.