Es cierto que el capitalismo existe, pero las demandas individuales y colectivas y en diferentes puntos del país, recuerdan que, a lo largo de vida, resisten voces de mujeres que históricamente se han visto enfrentadas a todas las formas de violencia, a la racialización, a la desigualdad y a distintas formas de opresión, y aun así existen y sobresalen.
Mientras el actual modelo extractivo en Honduras -y por qué no, en toda la región centroamericana- no esté acompañado de una verdadera decisión política y planificación de la gestión estatal por la garantía de protección de vida de los defensores, defensoras y la naturaleza, seguiremos encontrando a cientos de Berta Cáceres y Juan López, en todos los países, clamando por justicia.
Maldito País La región centroamericana históricamente ha estado permeada por intereses de las grandes empresas extractivas sobre los bienes comunes de la naturaleza. Sin duda, la llegada al poder de…