De JOH a Xiomara, un recorrido por la política de Honduras

Maldito País

noviembre 10, 2022

Edgardo Mancía Hernández

8 min

El 28 de noviembre del 2021, en Honduras se marcó un hecho histórico, donde una mujer fue electa para dirigir las riendas del país, en unas elecciones donde hasta el momento se registró la mayor participación ciudadana, del 68%.

Xiomara Castro gana con el 51.12% frente al oficialismo con un 36%, siendo la candidata mayor votada en la historia de Honduras hasta la fecha ¿Pero por qué se dan estos resultados? Para entender este contexto, debemos retroceder al año 2006, cuando el expresidente Manuel Zelaya asume la presidencia con un discurso conservador lleno de promesas, como muchos saben, durante el gobierno llamado “Poder Ciudadano” el expresidente comenzó con un coqueteo fuerte con la marea roja que predominaba  al sur del continente, especialmente con el ahora difunto presidente de Venezuela, Hugo Chávez. 

El intento de Zelaya por una constituyente llevó al país a una fuerte división, que todos sabemos que terminó con un golpe de Estado. Pero como todo conflicto político, se llegaron a acuerdos importantes, donde la familia Zelaya fue la mayor beneficiada. En mayo del 2011, se firma el “Acuerdo de Cartagena” en Colombia, donde al expresidente Zelaya le dan el beneficio de retornar al país. Zelaya regresa a los días a Honduras, es recibido por una multitud de sus seguidores y anuncia que fundará un nuevo partido político, el cual se conoció como Partido Libertad y Refundación (Libre). 

La primera participación que tuvo Libre fue en las elecciones del 2013, llevaron como candidata a Xiomara Castro, y perdieron  frente al expresidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional (hoy está preso en Estados Unidos) con un 28%, pero era la primera vez que otro partido llegaba obtener el segundo lugar a nivel presidencial y una representación importante dentro del Congreso Nacional. 

Para el 2017 Manuel Zelaya y su grupo analizaron que solos no podían ganar y que era el momento de organizar una alianza, por ello buscaron a Salvador Nasralla, el candidato que obtuvo un 13% en las elecciones del 2013 con el Partido Anticorrupción (PAC), a pesar de ese resultado débil, Nasralla ganó el departamento mas habitado del país, gracias a su discurso anticorrupción, recibió un apoyo muy importante de la juventud hondureña, votos que  ningún partido tradicional lograba conseguir. 

En las elecciones del 2017 se dieron dos hechos históricos, un presidente que iba por la reelección y una alianza a nivel presidencial, donde Salvador Nasralla era la cabeza y Xiomara Castro la primera designada presidencial (vicepresidenta).  Luego de esas elecciones, el país volvió a entrar nuevamente en una crisis, por las denuncias de fraude por parte del oficialismo, que a nivel presidencial ganaron con una diferencia de un 1%. Nuevamente muertos en manifestaciones y un grupo de políticos beneficiados. La reelección de Hernández violentaba la constitución de la República, a pesar de la maraña jurídica que utilizó la Corte Suprema de Honduras para darle vía libre,  su reelección fue avalada por la oposición de ese entonces, con su discurso “En las urnas lo vamos a derrotar” la estrategia del Partido Nacional de pedir el voto en “plancha” por sus diputados funcionó ¿Por Qué ? Para obtener la mayoría en el Congreso Nacional para el periodo del 2018-2022, el resultado fue interesante porque lograron controlar el Congreso Nacional en su totalidad.

Las denuncias de fraude electoral se dan a raíz que la noche de las elecciones del 2017, Salvador Nasralla ganaba con un 5% de diferencia sobre Juan Orlando Hernández, pero según el Tribunal Supremo Electoral de ese entonces, señaló que faltaba procesar información. La oposición denunció fallas en el sistema y a los días, Hernández comenzó alcanzar a Nasralla logrando ganarle con un 1%. Por esa situación explotaron las protestas en las calles.

Nasralla se terminó divorciando de Libre a los meses, cuando él aceptó sentarse en las mesas de diálogo que aperturó Naciones Unidas, para intentar calmar las aguas, medida con la cual Libre nunca estuvo de acuerdo. Tras la participación de Nasralla en el diálogo de la ONU, miembros del Partido Libre criticaron fuertemente esa decisión, por considerarla una traición a la alianza. Durante el 2018, el gobierno de Juan Orlando Hernández entra con un desgaste importante, en su segundo periodo comienza una tormenta sin fin, en noviembre de ese mismo año, su hermano Juan Antonio Hernández, conocido como “Tony Hernández”, fue capturado en el aeropuerto de Miami por cargos de narcotráfico. En octubre del siguiente año fue sentenciado. 

En los años 2019 y 2020 comenzaron publicarse investigaciones de corrupción del Partido Nacional y  algunos casos involucraron al expresidente Hernández directamente, sumado a las declaraciones de narcotraficantes confesos en las cortes de Estados Unidos, que implican  a Hernández como co-conspirador para el tráfico de armas y drogas al país norteamericano. 

La mala administración del Partido Nacional en muchas áreas importantes como la salud y seguridad, acumuló una ola de indignación y desgaste del mismo gobierno, así cumplieron 12 años en el poder.El electorado hondureño es complejo de entender, ya que suele tener la característica de votar por el candidato que tiene mayores posibilidades de ganar, para las elecciones del 2021, se vuelve formar una alianza a última hora, ya que Salvador Nasralla no podía ganar solo y Libre se dio cuenta que tampoco podían con el caballo de Troya que colocó el Partido Nacional como candidato, al exalcalde de Tegucigalpa, Tito Asfura, un perfil que contaba con un gran apoyo popular. 

Dicha alianza fue una sorpresa, ya que Salvador Nasralla y Mel Zelaya estuvieron distanciados por mucho tiempo, por sus diferencias por el conflicto de la crisis del 2017. Esta nueva alianza provocó un desacuerdo a lo interno de ambas instituciones. Cabe señalar que Nasralla fundó un nuevo partido político llamado Salvador de Honduras. 

En la noche del 28 de noviembre se anunció la victoria del Partido Libre, a pesar de la incertidumbre, ya era una realidad la salida de Juan Orlando Hernández del poder. Algo que se debe entender, los hondureños no votaron por Xiomara por ser un partido de izquierda ni por el liderazgo de Zelaya o la alianza de Salvador Nasralla, ellos obtuvieron el voto independiente ya que votaron en contra de Hernández, un voto de castigo por todos los acontecimientos que se dieron durante la gestión del Partido Nacional durante 12 años.