El Salvador, luto, dolor y oídos sordos: la historia de una muerte bajo el régimen de excepción

Maldito País

julio 7, 2023

“Se notaba que tenía un golpe en la frente, en el área del cráneo, era bastante; todavía tenía su aspecto entre color morado y verde. Desconozco hasta qué punto pudo haber hecho daño ese golpe, también presentaba en los brazos moretones (…) presentaba una cortada abajo de la cara”, explica a Hora Cero Juan Carlos Galeas sobre lo que observó en el cadáver de su hermano antes de enterrarlo.

Las señales en el cuerpo William son las únicas que mostraron a su familia lo que pudo suceder durante los 30 días que permaneció detenido en el Penal La Esperanza. A más de un año de su muerte, el Estado nunca ofreció explicaciones por las lesiones, ni detalles sobre la causa del deceso, tampoco aclaró las razones de su detención, a pesar de la intercesión de organismos internacionales e instituciones que velan por los Derechos Humanos.

 “Ahí lo ponen como edema (acumulación de líquido) pulmonar, o sea, en base a eso se dejan ir”, agrega Juan Carlos. Es el único dato que le entregó el Instituto de Medicina Legal (IML) sobre el deceso de su hermano. Horas antes, fue notificado sobre el hecho mediante la llamada de una funeraria que, sin mayor explicación, les ofreció ataúd, vela y sepelio.

A la fecha, la organización Cristosal ha documentado 153 decesos en recintos penitenciarios en su último informe de investigación, la mayoría con indicios de tortura; el documento revela que ningún fallecido había sido declarado culpable del delito atribuido. Constataron que, en la mayoría de los casos, los familiares de las personas fallecidas no recibieron ninguna comunicación del centro penal de reclusión, la DGCP, hospitales o la Policía.

Las muertes comparten patrones comunes: el cadáver presenta laceraciones, hematomas que evidencian golpes, heridas con objetos cortopunzantes o contundentes, estrangulación, ahorcamiento. Aunque una de las causas de muerte más frecuente en los reportes del Instituto de Medicina Legal  es la de edema pulmonar, la misma que le atribuyeron a William.

“No registran las evidencias de golpes o tortura, sino únicamente registran lo que provocó la muerte de manera inmediata, por ejemplo, el edema. Pero el edema pulmonar puede producirse por asfixia, puede producirse porque una persona fue golpeada muchas veces. Hay incluso un cuerpo con disparo de arma de fuego y eso no aparece en la esquela de Medicina Legal. Por otro lado, hay autopsias que distan mucho de  la evidencia que presenta el cuerpo”, explica Zaira Navas Zaira Navas, jefa de Estado de Derecho de Cristosal.

El 13 de junio se cumplieron 13 meses de haber enterrado a William. Coincidió con el día en que el Estado, finalmente, rompió el silencio en torno a las investigaciones de muertes en centros penales bajo régimen de excepción. En una entrevista televisiva, el fiscal general de la República anunció la finalización de las actuaciones y diligencias.

“Al momento, llevamos archivados 142 casos que no constituyen delito de acuerdo con nuestras investigaciones. Hemos comprobado científicamente, con el auxilio de Medicina Legal, las causas de la muerte”, justificó.

Navas explica que hasta el 27 de marzo del 2023, han identificado 30 casos en los que la causa de muerte reportada es edema. 26 casos de edema pulmonar, 3 casos de edema cerebral, y 1 caso de edema generalizado, a pesar de que en varios casos hay evidencias de violencia sobre el cadáver. Asimismo, se reportan 4 casos en los que la causa de muerte corresponde a infarto, y en 2 de estos casos se conoció que no se proporcionó el medicamento requerido.

Además, identificaron 17 casos en los que el Estado incumplió su deber de proporcionar atención médica adecuada o no suministró el medicamento necesario a los privados de libertad. Sin embargo, Delgado aseguró que la causa de las muertes “se trató de enfermedades preexistentes, otras eran enfermedades en la cuales se prestó el debido auxilio en el momento oportuno por las autoridades penitenciarias y desgraciadamente existió el fallecimiento de esa persona por causas naturales”.

La familia Galeas asegura que William contaba con buena salud cuando fue detenido.  El día que murió llegó convulsionando al centro de salud que lo atendió. “Considero que hubo una cierta negligencia de parte de la unidad de salud, porque estuvo casi 12 horas y no se logró estabilizar de lo mal que él había llegado y posteriormente lo dan como fallecido”, dice Juan Carlos.

A William se lo llevaron detenido junto a su madre Flor Marina González Martínez, de 55 años; y su hermana Judith Esmeralda Galeas, de 33, alegando que solo les harían preguntas. Los tres trabajaban en los negocios de comida de la familia, entre ellos una pizzería y una tortillería. Una vez capturados, Juan Carlos se enteró que su familia aparecía en una publicación de Twitter de una llamada “Comandante Fantasma” que los señalaba como pandilleros. “Los catalogan de pandilleros a mi madre y a mis otros dos hermanos, aparecen en los medios en cuestión de minutos y de ahí ya no pude saber nada de ellos, ya no pude acceder a ninguna información, todas las puertas institucionales del gobierno se me bloquearon”.

La cuenta “Comandante Fantasma” desapareció días después de las denuncias de la captura injustificada de la familia Galeas. Este es  el patrón que su hermano comparte con el resto de víctimas, según Juan Carlos, pues Cristosal ha señalado que la mayoría son arbitrarias y no cumplen con las garantías del debido proceso judicial. Mencionan diversas irregularidades, como la ausencia de órdenes de captura, detenciones ilegales, allanamientos ilegales, detenciones basadas en denuncias anónimas y estigmatización por tatuajes. También se destacan la falta de información a las familias sobre el lugar de reclusión e incomunicación familiar.

Mientras tanto, a través de su cuenta de Twitter, el investigador senior para las Américas de Humans Rights Watch, Juan Pappier, exigió al Estado salvadoreño a investigar esta muerte de William y la liberación de su madre y su hermana. 

“El 12/5 falleció William Alexander Galeas González quien había sido detenido durante el régimen de excepción. Era repartidor de pizzas. Su madre y su hermana continúan detenidas. Pedimos que sean liberadas y que se investigue debidamente la muerte de Alexander”, escribió.  

Tras el escándalo por la muerte de William, ambas mujeres fueron liberadas bajo medidas sustitutivas. Deben ir a firmar a un juzgado una vez por mes. La última estadística conocida sobre detenidos asciende a 68 mil personas. El Gobierno señala que el 7% de los capturados han sido puestos en libertad tras no comprobarse ningún cargo en su contra.

Las condiciones a las que son sometidas las personas privadas de libertad por el régimen de excepción, según Cristosal, son consideradas tratos crueles, inhumanos y degradantes. Sufren de hacinamiento extremo, falta de alimentación, asistencia médica, servicios de salud y medicamentos. Además, se informa sobre prácticas de tortura, golpizas, castigos, encierro permanente sin acceso a la luz solar y falta de acceso a agua potable, servicios sanitarios y limpieza de las celdas, entre otros abusos. Esto se trata de una política gubernamental de castigo y terror para las personas detenidas bajo el régimen de excepción, lo cual afecta a toda la población salvadoreña.

“El Estado salvadoreño será juzgado, también nosotros creemos que es importante que el fiscal de la Corte Penal Internacional revise el caso de El Salvador y promueva una acción porque estamos hablando de crímenes de lesa humanidad. Y esto, obviamente, va a traer consecuencias”, insiste Navas. 

Mientras tanto, el fiscal Delgado si bien reconoce las muertes diciendo que “son cosas que tampoco estamos pretendiendo ocultar”, no se ha pronunciado por casos de tortura o maltrato. 

En su informe, Cristosal señala que no obstante de los resultados es altamente probable que el número de muertes en cárceles sea mucho mayor, ya que se ha verificado la inhumación en fosas comunes, es decir, no se avisa a la familia de la muerte y se entierra como persona desconocida, pese a que estaba privada de libertad.

Navas asegura que del total de muertes ni el 3% de las personas ha presentado denuncias; son muy pocas. Incluso, muchas personas tienen temor a ir a recoger los cuerpos y dudan de este tema y en otros casos no tienen los recursos para hacerlo. Además, son amenazados cuando la gente pide que les den las autopsias, les dicen: ¨Mire, deje de andar preguntando porque usted puede ser el siguiente detenido”.

Este 13 de junio la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó la prórroga 15 del régimen de excepción. No hubo discusión previa. Al ser consultado por la prensa respecto a ese proceso, el presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, respondió sonriendo entre flashes y micrófonos en un pasillo contiguo al salón azul: “Con dispensa de trámite, como siempre”, declaró.

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Jonatan Funes

Reconocido fotoperiodista salvadoreño con una trayectoria de 12 años en el campo. Durante su carrera, se ha especializado en cubrir temas relacionados con la violencia social, pandillas, violaciones a los Derechos Humanos, política y deportes. Actualmente, trabaja para El Diario de Hoy, donde su enfoque fotográfico se centra en documentar la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad contra jóvenes salvadoreños con tatuajes artísticos.