Las mujeres que migraron para sobrevivir

Maldito País

marzo 8, 2023

Hoy conmemoramos el 8 de marzo, miles de mujeres salen a las calles en todas partes del mundo tras muchos años de resistencia y lucha por nuestros derechos, elevamos nuestras voces para exigir garantías que nos permitan vivir libres de cualquier forma de violencia en todas las esferas de nuestras sociedades.

Las migrantes y refugiadas también lo hacen,  buscan mejorar sus condiciones de vida, apoyar a sus familias e hijos, huyen de contextos convulsos, de violencia dirigida por ser mujeres, de Estados represivos que impiden siquiera marchar -como el caso de Nicaragua- de instituciones que lejos de proteger revictimizan, que encubren las agresiones y a sus abusadores. 

Las mujeres enfrentan mayores riesgos en sus procesos migratorios y es cuestionable que se les vea como cifras que desdibujan la realidad, sin problematizar las razones de fondo que las obligan a salir de sus países, y los contextos en los que hoy se encuentran, las migrantes y refugiadas también lo viven, sus realidades pueden ser incluso más complejas a causa de la violencia y la invisibilización por su estatus migratorio, su nacionalidad, y las condiciones económicas, culturales y sociales en las que viven.

Los estudios de migración con perspectiva de género, explican que existe una invisibilización que trasciende las fronteras, y que pone a las mujeres migrantes en una posición de mayor vulnerabilidad, como negación casi completa de sus derechos por parte del Estado al que se acogen, pese a que un poco más de la mitad de la población migrante y refugiada a nivel mundial son mujeres y niñas, que migran solas o como cabeza de familia.

En estos análisis es importante acortar las condiciones de vulnerabilidad que experimentan, sin desdibujar las razones de fondo y determinar quienes son los responsables de actos que nunca se justifican, pero que se pueden prever con mejores políticas de acogida integración, sensibilización y prevención de la violencia machista.

Como señalan en su campaña las compañeras de la colectiva Volcánicas en Costa Rica, “la vida de las mujeres migrantes importa”. En lo que va  de 2023 se han registraron 6 feminicidios de mujeres migrantes nicaragüenses que residian en Costa Rica, Guatemala y Estados Unidos, estas mujeres migraron para buscar mejores condiciones de vida, ayudar a sus familias, darles un mejor futuro a sus hijos e hijas, y huir de un país como Nicaragua que sigue sumido en un grave crisis donde el Estado es el perseguidor.

Eveling Gonzáles fue asesinada cuando dispararon contra el vehículo en que se dirigía, las autoridades indicaron que fue un “error”. María Auxiliadora López, fue asesinada a modo sicariato por sujetos desconocidos en un bar del cantón de Los Chiles y María de los Ángeles Larios que residía y laboraba en la zona turística de Playa Manuel Antonio fue asesinada por su pareja. Estos tres casos ocurrieron en un mismo día en Costa Rica. 

Grethel Guerrero de 33 años fue encontrada sin vida al interior de su casa asesinada por su pareja en Guatemala; Angie Díaz, de 21 años originaria de Chinandega, fue asesinada en Texas, Estados Unidos por su esposo estadounidense que le quitó la vida, ella había salido de Nicaragua para pagar el tratamiento de cáncer de su mamá y Rosa Alpina Morales que radicaba en Miami fue asesinada por su pareja, quien también atentó contra la vida de su hijo.

De cualquier forma es injusto tener que narrar esto, porque no podemos seguir soportando que sean desconocidos o sus parejas quienes se crean con potestad de quitarles la vida. Eveling, María Auxiliadora, María de los Ángeles, Grethel, Angie y Rosa, son sus nombres, todas coinciden en que salieron por buscar mejores condiciones que Nicaragua no les dió, en todos los casos se cuestionó primero su estatus migratorio, su nacionalidad, antes que al victimario o las mismas políticas de dichos Estados para hacer justicia. 

El llamado es hacia los Estados, las comunidades de acogida y la justicia, las mujeres nos merecemos vivir en un mundo que nos permita vivir libres de violencia, porque somos también sujetas de derechos. Los medios de comunicación también tienen un rol clave de informar sin revictimizar, sin volver el caso un espectáculo donde figura “una nica” o cual sea su nacionalidad, debemos ir más allá y pensar en cuáles son las circunstancias en las que las mujeres se encuentran, cuales son los riesgos y aportar a disminuirlos para que no tenga que ser una menos.