1 de cada 25 participantes es un lobbista de los combustibles fósiles: Así avanza la COP30

Maldito País

noviembre 21, 2025

“la COP de los pueblos”, ha sido un grito histórico para voltear la mirada al sur global, donde el impacto apremia cada día, donde las mujeres y comunidades cuidan la tierra, la defienden y reinventan alternativas para adaptarse, a veces, sin los grandes financiamientos discutidos entre los Estados.

La Conferencia de las Partes se acerca a su punto final sin textos finales, con discusiones entre los países que tienen que ver con financiamiento, medidas multilaterales, Compromisos Nacionalmente Determinantes (NDC. Referentes a los compromisos de cada país en cuanto a adaptación y financiamiento) y transparencia. La COP30 ha estado marcada por la búsqueda de acuerdos equilibrados y la presión de organizaciones, pueblos indígenas y personas defensoras del territorio que han insistido en que los compromisos de cada país deben ser ambiciosos, teniendo en cuenta a quienes sufren los impactos del Cambio Climático.

El presidente de Brasil, Lula Da Silva, motivó a los países a reforzar sus compromisos con el Acuerdo de París, adoptando medidas adicionales para la reducción de la emisión de gases. Además, enfatizó que no se puede demandar a países en desarrollo que paguen impuestos para combatir el calentamiento global, porque “significa un financiamiento inverso, del sur al norte global”.

“Enfrentar el Cambio Climático tiene que verse como una inversión, no como un gasto. Las exigencias crecientes de adaptación van a requerir esfuerzos mayores de financiamiento. El 0.1% más rico del planeta emite en un día más carbono que el 50% más pobre de la población mundial en un año entero. Es legítimo exigir a estas personas mayor contribución. El impuesto mínimo sobre las corporaciones multinacionales y el tributo a los patrimonios de los super ricos pueden generar recursos valiosos para la acción climática”, dijo.

El pasado miércoles se conoció que está listo el primer paquete de borradores que incluye adaptación, transición justa, mitigación, financiamiento, balance global y la denominada “Decisión Mutirão”, que incluye 4 items: financiamiento, Compromisos Nacionalmente Determinantes (NDCs), transparencia y medidas unilaterales de comercio. Las negociaciones y todo el debate sobre estos temas han sido interrumpidos este jueves debido a un incendio en la “zona azul”, el área de negociaciones administrada por Naciones Unidas y donde se encuentran pabellones de cada país y de organizaciones sociales. 

Las personas fueron evacuadas y las autoridades aislaron la zona. Las llamas alcanzaron varios metros de altura. Hasta el momento, se desconocen las causas del siniestro.

Previo al incendio, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha brindado declaraciones, donde fue positivo sobre los resultados de la COP. Considera que es posible y deseable “triplicar el financiamiento para la adaptación hasta el 2030”. 

Guterres y Lula Da Silva se embarcarán este fin de semana a África, hacia la cumbre del G20. Para entonces, esperan que la conferencia haya finalizado con decisiones concretas y ambiciosas, como lo han exigido diversos sectores. Hasta el cierre de este artículo, aún no hay textos finales de la cumbre.

Pueblos indígenas: los grandes protagonistas de la COP30

En las calles de Belem: consignas, demandas, ataúdes para enterrar a los combustibles fósiles y declarar su fin. Así han sido las manifestaciones de resistencia de pueblos indígenas, personas defensoras del territorio, comunidades y organizaciones ambientalistas que se han tomado no solo las calles de Brasil, sino puertas adentro de la Conferencia, irrumpiendo la zona azul o bloqueando el paso de las instalaciones.

El sábado, se desarrolló la Marcha Global por el Clima. Organizaciones, artistas, campesinos, pescadores, estudiantes, religiosos y otros grupos de aproximadamente 60 países se unieron a las protestas con demandas urgentes de justicia climática.

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Una de las preocupaciones de pueblos indígenas y ambientalistas es la alta incidencia de lobistas de la gran industria de combustibles fósiles. Según un análisis del portal Kick Big Polluters Out (KBPO) -una coalición de organizaciones de todo el mundo-, hay una mayor presencia de representantes de dicha industria que en otras Conferencias de las Partes, llegando a contabilizarse más de 1,600 personas, es decir, 1 de cada 25 participantes de la COP30 es un lobista de los combustibles fósiles.

Este número supera incluso a algunas delegaciones de países presentes en la cumbre. Según el análisis, esto representa un aumento del 12% respecto a las negociaciones climáticas del año pasado en Bakú, Azerbaiyán, y constituye la mayor concentración de lobistas de combustibles fósiles en una COP desde que la coalición KBPO comenzó a analizar la participación en estas conferencias.

“Es de sentido común que no se puede resolver un problema otorgando poder a quienes lo causaron. Sin embargo, tres décadas y 30 COPs después, más de 1500 lobistas de combustibles fósiles deambulan por las negociaciones climáticas como si este fuera su lugar. Es indignante ver cómo su influencia se profundiza año tras año, burlándose del proceso y de las comunidades que sufren sus consecuencias”, dijo Jax Bongon, miembro de KBPO e integrante de IBON International en Filipinas.

La COP30, “la COP de los pueblos”, ha sido un grito histórico para voltear la mirada al sur global, donde el impacto apremia cada día, donde las mujeres y comunidades cuidan la tierra, la defienden y reinventan alternativas para adaptarse, a veces, sin los grandes financiamientos discutidos entre los Estados. Ese sur donde las voces siguen exigiendo justicia climática, donde sigue resonando la voz de Berta Cáceres y su llamado: “Despertemos, humanidad. Ya no hay tiempo”.