Crisis migratoria: el tránsito de nicaragüenses hacia Estados Unidos
noviembre 16, 2022
11 min
Escribir sobre las personas migrantes nicaragüenses que huyen de la crisis sociopolítica iniciada en abril de 2018 y que actualmente tiene al país sumergido en una grave crisis de derechos humanos, es una de las labores más difíciles que he tenido como investigadora, y aunque evidentemente no pretendo compararlo con la encrucijada que pasan miles de migrantes todos los días, en su búsqueda del llamado “sueño americano”, me atrevo a parafrasear a al poeta costarricense Jorge Debravo y decir en primera persona que quisiera también arrancar de una a una cada frontera y desaparecerlas, para que todas y todos tengan tierra como tienen aire[1].
¿Cómo les digo que ahora mismo junto a mi familia esperamos respuesta para saber si un primo -casi hermano- logró llegar? Desde que emprendió el viaje hacia los Estados Unidos, nos preguntamos cómo va su tránsito por México, rogando que no sea parte de quienes sufren las consecuencias del crimen organizado en este país, y que ojalá en su pasada por el Río Bravo no sea uno de los que se queda ahogado. Al igual que muchas familias nicaragüenses deseamos escuchar el mensaje de que ya se entregó a oficiales de Estados Unidos, porque de esa entrega tenemos claro que solo quedan tres opciones, que lo dejen pasar, que sea deportado o que lo regresen a México bajo el llamado Protocolo de Protección a Migrantes (MPP) mejor conocido como “Quédate en México”.
Este ensayo es una apuesta por explicar tres elementos que ayuden a comprender la situación actual de las personas migrantes nicaragüenses, que salieron a raíz de la crisis que vive el país y que buscan llegar a EE.UU. En primer lugar, contextualizo la situación actual de esta crisis migratoria con datos recientes. Luego describo los peligros que enfrentan las y los migrantes en esta ruta y por último explicaré cuáles son las políticas vigentes del Gobierno de los Estados Unidos con efectos negativos sobre la población migrante nicaragüense.
Migrantes históricos
Durante los últimos 50 años Nicaragua se ha caracterizado por la emigración de una parte significativa de su población, aunque las causas de esta situación son diversas, sobresalen las razones económicas, consecuencias de eventos naturales tales como terremotos, huracanes y/o razones de orden político. Dentro de los principales destinos para la emigración nicaragüense destacan Estados Unidos, Costa Rica, España, Panamá y Canadá.
En el contexto de la crisis sociopolítica, se ha registrado la salida masiva de nicaragüenses en búsqueda de refugio o asilo, principalmente en los países antes mencionados, y en el marco de las pasadas elecciones en el país, donde Daniel Ortega obtuvo su reelección presidencial bajo un proceso completamente arbitrario e ilegítimo, se evidencia que las cifras de migración tienen una tendencia de ascenso en lo que va del año 2022. Aunque no hay cifras exactas de este éxodo migratorio, el medio de comunicación Expediente Publico, en una reciente investigación , calcula que un 4% de la población nicaragüense ha decidido migrar desde 2018 hasta la fecha (Expediente Público, 2022).
Este mismo medio verificó sitios oficiales de Estados Unidos, Costa Rica, España, Panamá y México, calculando que 284,813 nicaragüenses han solicitado protección internacional en estos países, con mayor presencia en Estados Unidos y Costa Rica (Expediente Público, 2022). La situación se agudiza y estas cifras van en crecimiento exponencial.
La inseguridad y el horror en el tránsito
En el intento por llegar a suelo estadounidense, las personas migrantes atraviesan las dificultades de un tránsito violento e inhumano, algunos se dirigen con dirección de un “coyote”, quien es el guía, y mediante el cual se pacta un pago, para que sea quien les dirija por el triángulo norte de Centroamérica y luego México (donde las opciones se reducen y el peligro aumenta). Otros van por su cuenta, siguiendo el temido tren de “La bestia”, o mediante rutas clandestinas buscando resguardarse, no solo de oficiales de migración mexicana, sino también de las estructuras criminales que a diario pactan el terror en estas zonas.
El paso por México para las personas migrantes puede caracterizarse como arduo, traumático y, en no pocas ocasiones, violento. No basta con eludir los controles y los cercos desarrollados por la policía migratoria, los migrantes deben también evitar ser detectados por las organizaciones criminales que operan en el país y lidiar con las inclemencias de movilizarse sin garantía de condiciones básicas como alimentación, descanso y atención en salud (Henao Castrillón et al., 2019). Aunque es importante reconocer que las organizaciones de sociedad civil están realizando una labor memorable para atenuar las distintas necesidades que llevan las personas migrantes, brindando acceso a albergues con servicio temporal de acogida, y asistencia humanitaria. Inclusive son estos espacios los que se caracterizan por brindar recomendaciones que les permiten a las personas migrantes cuidarse de las dificultades del camino y poder dirigirse a otras organizaciones en dirección a su ruta final.
Estas opciones se escuchan cada vez en Nicaragua, hay familias enteras que han decidido vender todo y/o prestar para poder pagar el coyote que les promete cruzarlos. En este tránsito muchas y muchos quedan en manos del crimen organizado, o sufren los horrores de un tránsito en condiciones de hacinamiento como le sucedió recientemente a Clorinda, mujer nicaragüense que viajaba en condiciones de embarazo, junto a su esposo y su hermano. Según el Instituto Nacional de Migración en México. Los coyotes abandonaron el tráiler en que se dirigían y dejaron a su suerte a los migrantes, en su mayoría nicaragüenses, hondureños y guatemaltecos, entre los que se encontraban siete niños. En este furgón viajaban alrededor de 250 personas —según estimaciones del subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja—, en condiciones de hacinamiento, sin agua ni ventilación y a una sensación térmica de 40 grados centígrados, razón por la cual esta joven perdió la vida.
Entre marzo y abril catorce nicaragüenses fallecieron en su intento por cruzar a Estados Unidos. La mayoría murió mientras trataba de cruzar el Río Bravo, también conocido como Río Grande, y otros en accidentes de tránsito o atrapados en furgones abandonados. (Confidencial, 2022). Recientemente Calixto Rojas -locutor leones- falleció ahogado en su intento de cruzar el río Bravo, en México, él también huía de la represión del régimen Ortega-Murillo.
Las opciones de quienes lograr llegar a Estados Unidos
Después de este lejano viaje con un sinfín de dificultades y violencias, una vez que la persona se entrega y manifiesta su necesidad de acogerse al país bajo la condición de asilo en suelo estadounidense, tendrá una de las opciones que describiré a continuación; la primera es que le dejen pasar y le permitan llevar su caso dentro del territorio, la segunda opción es una deportación que puede justificarse bajo criterios como el Título 42 (se discute su finalización en mayo de 2022) o bien por considerar que no cumple con los requerimientos para presentar un caso de asilo, y la tercera es ser enviado a México bajo el Programa de Protección a Migrantes (MPP) por sus siglas en inglés.
El Título 42 llega bajo la administración del gobierno de Donald Trump, invocado el 20 de marzo de 2020, en los primeros momentos de la pandemia del COVID-19, esto permitió a las autoridades sanitarias estadounidenses denegar la entrada de personas o bienes en los Estados Unidos “para evitar la propagación de enfermedades transmisibles”. Con esta política la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP por sus siglas en inglés) puede expulsar a los migrantes en situación irregular, lo más rápidamente posible, sin siquiera conceder a los migrantes amenazados el derecho a pedir asilo (WOLA, 2022). Derecho garantizado por la Ley de Refugiados de 1980 (Sección 1158 del Título 8 del Código de los Estados Unidos), además de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.
Esta política sigue vigente bajo la presidencia de Joe Biden, aunque desde esta administración se ha negado a expulsar a menores no acompañados, sin embargo, hasta el 28 de febrero de 2022, el Departamento de Seguridad Nacional ha expulsado 1.706.076 veces a migrantes encontrados en la frontera entre Estados Unidos y México. Al menos 1,2 millones de esas expulsiones se produjeron desde la toma de posesión de Biden (Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, 2022). Actualmente se discute la eliminación total de esta política, considerada como detractora de los derechos humanos y contradictoria al derecho internacional en el marco de la protección a las personas en búsqueda de refugio.
Otra política vigente y muy criticada por organismos de sociedad civil es el MPP programa instalado bajo la administración de Trump, que indica hacer esperar a las personas en necesidad de asilo del lado mexicano mientras una corte en Estados Unidos resuelve su caso. Dicha política es mantenida bajo acuerdo bilateral con el gobierno mexicano.
Según un informe especial de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América justificó la instauración del MPP señalando que enfrentaba una crisis humanitaria y de seguridad a lo largo de su frontera suroeste debido a que casi un millón de personas extranjeras habían ingresado “ilegalmente” o sin documentos a ese país, quienes fueron aprehendidos o encontrados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EUA.
El MPP es considerado por organizaciones de sociedad civil nacionales e internacionales, como una de las políticas más inhumanas y devastadoras que dejó la administración Trump y que se sostiene con apoyo del gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador. Su fin es tener mayor control sobre quienes pueden acceder a su territorio y hacer esperar a quienes estén dentro del programa -bajo la esperanza de una resolución positiva. La implementación de este programa es un claro llamado a disuadir las migraciones centroamericanas que buscan asilo en Estados Unidos, la evidencia está en las cifras de los primeros años de consolidación; desde enero de 2019 a octubre de 2020 se han regresado a casi 69 mil solicitantes de asilo para esperar sus audiencias del lado mexicano.
Joe Biden llegó a la presidencia y en su campaña sostuvo que mantendrá un total apoyo a las personas migrantes, y con el primer día de su administración anuló esta política; las intenciones duraron muy poco y el programa se volvió a reanudar por orden de un Tribunal de Apelaciones que frenó un nuevo intento por parte del gobierno del presidente Biden de anular la regla del MPP.
El MPP se reactivó el pasado 8 de diciembre del 2021, desde esa fecha un total de 3.012 migrantes están inscritos en el programa, esperando una respuesta favorable. ¿Esto cómo afecta a las personas nicaragüenses?, en primer lugar, desde esta reanudación del MPP se evidencia que las personas de Nicaragua han representado el 73% de todas las inscripciones hasta la fecha, seguidas por venezolanos 8% y cubanos en un 7%, de ahí se desglosan otras nacionalidades que también se han visto afectadas por este programa (Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, 2022). Este incremento exponencial tiene relación directa con la crisis migratoria de nicaragüenses que buscan llegar a Estados Unidos y en su intento pueden verse afectados por la política del Título 42 o por el MPP.
La crisis de Nicaragua y el terror desatado por la dictadura de los Ortega-Murillo, los hace responsables directos de que nuestra gente tenga que huir de Nicaragua, bajo condiciones extremadamente peligrosas y sin ninguna garantía de que en otros países sus derechos serán validados bajo el marco común de la llamada “protección internacional”. A esta labor de pronunciamiento y acciones directas se deben sumar las organizaciones internacionales para atenuar las consecuencias de políticas nefastas como las que sostiene Estados Unidos con apoyo del gobierno mexicano de AMLO, y que de alguna forma hacen que el tránsito de las poblaciones migrantes sea aún más difícil, sumado a la difícil decisión de tener que salir de Nicaragua para no ser arrestado de manera ilegal o por no tener condiciones de vivir dignamente.
KaryVal
Notas
[1] Poema “Nocturno sin patria” del poeta costarricense Jorge Debravo
Referencias
Confidencial. (2022, mayo 1). La historia de los 14 migrantes nicas que fallecieron intentando llegar a Estados Unidos entre
Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. (2022). Migrant Protection Protocols Cohort Report—April 2022.
14.
Expediente Público. (2022, abril 5). Migración incontenible: 284 mil nicaragüenses abandonaron el país desde 2018.
Expediente Público. https://www.expedientepublico.org/migracion-incontenible-284-mil-nicaraguenses-abandonaron-el-pais-desde-2018/
Henao Castrillón, K. J., Hincapié García, A., Henao Castrillón, K. J., & Hincapié García, A. (2019). Migrantes centroamericanos en
tránsito por México ¿Primacía de los Derechos Humanos o de los capitales? El Ágora U.S.B., 19(1), 231-243. https://doi.org/10.21500/16578031.4128
WOLA. (2022, marzo 31). Preguntas y respuestas: La frontera México-Estados Unidos después del Título 42. WOLA.