El mar revuelto de la política hondureña

Maldito País

noviembre 29, 2022

La salida de Juan Orlando Hernández del poder generó un ambiente de mucho entusiasmo en la población hondureña, donde muchos pedían un verdadero cambio en el sistema político del país, con el fin de ver la luz a la cantidad de problemas que rodean a Honduras.

Días antes de la elección de la nueva Junta Directiva del Congreso Nacional, detrás de la cortina se hablaba que algunos diputados del Partido Libertad y Refundación (Libre), no estaban de acuerdo que un miembro del Partido Salvador de Honduras tuviera que ser elegido para dirigir ese poder del Estado. 

La orden era que se debía cumplir el acuerdo político que firmaron en octubre del 2021 entre Libre y  Salvador Nasralla, en esos acuerdos estaba estipulado que Libre iba ceder la presidencia del Congreso a un miembro del partido político que coordina Nasralla. Este tipo de situaciones son un claro ejemplo de que el interés económico y político está encima del bienestar común de la población, que no es algo nuevo.

El 21 de enero del 2022 el país amanece con una vergonzosa actuación por parte de los políticos hondureños, donde resolvieron la situación a golpes. Ese día se elegía la nueva junta directiva del Congreso Nacional para el periodo 2022-2026, al comenzar la sesión se hace todo el protocolo establecido y la diputada Beatriz Valle, quien era conocida por ser una persona cercana al ex presidente Zelaya desde el gobierno del Poder Ciudadano, propone a Jorge Cálix para la presidencia del Congreso Nacional y se propone a otros diputados de Libre para que ocupen el resto de los puestos de la Junta Directiva, sorpresivamente esa decisión tenía el respaldo del Partido Nacional, donde sumaban más de 80 votos.

Para quienes no conocen a Jorge Cálix, es un político hondureño joven que comenzó a ganar popularidad por su forma de señalar al gobierno durante ruedas de prensa o cada vez que tuviera una oportunidad de hablar ante medios de comunicación, esa forma de hablar que suele llamar la atención de la población enojada con sus políticos. Cálix siempre está presente ante los medios de comunicación y maneja una gran estructura partidaria en el Distrito Central, es una persona que cuenta con la simpatía de muchos de sus compañeros diputados y otras bases del Partido Libre, además mantiene estrechas relaciones con diputados de otras bancadas. 

Este personaje muchos lo miran como un gran líder dentro del partido para ser candidato, el problema es que no pertenece al grupo familiar de Manuel Zelaya, el ex presidente no tiene mucho agrado de otros liderazgos que no sean parte de su círculo cercano.

Pero volviendo al relato de la juramentación de la nueva directiva del Congreso Nacional, ¿qué pasó? La otra facción del Partido Libre y miembros del Partido de Salvador Nasralla comenzaron protestar, querían la palabra y a la fuerza interrumpieron la sesión, y a la fuerza impusieron a Luis Redondo como presidente del Congreso Nacional. También  una Junta Directiva repartida entre miembros del Partido Libre y PSH. 

El Congreso quedó en un caos donde el actual presidente fue elegido por 66 votos, algunos votos entraron en duda ya que fueron suplentes quienes dieron los dieron. El 23 de enero la Junta Directiva paralela del Congreso Nacional convocó a los diputados en un club en las  afueras de Tegucigalpa, donde Jorge Cálix estaba siendo ratificado como presidente de ese órgano del Estado, apoyado por más de 80 diputados, incluyendo a todos del Partido Nacional, el Partido  Liberal y 16 miembros del Partido Libre.

Ese fue el primer punto de quiebre de Libre, días antes que Xiomara Castro asumiera la presidencia, donde el expresidente Zelaya se lavó las manos diciendo que esos 16 eran traidores, sumado a eso, procedían a expulsarlos del Partido si no renunciaba a sus aspiraciones y que tenían cumplir el pacto político establecido con Salvador Nasralla. Para intentar apaciguar las aguas de ese mar revuelto de la política hondureña, Castro intentó mediar para que Jorge Cálix renunciara a sus aspiraciones, y le ofrecieron ser coordinador de Gobierno, pero este no aceptó tal oferta. Xiomara Castro debía ser juramentada por el presidente del Congreso Nacional, pero Luis Redondo -quieran como lo miren-su nombramiento de salvajes era ilegal y hasta el día de hoy lo sigue siendo, por ese motivo Castro, fue juramentada por una  Jueza de la República. 

A pesar de todo este tormento político del que Honduras nunca sale ¿Qué respuesta se tiene? En febrero de este mismo año, el expresidente Juan Orlando Hernandez fue extraditado por acusaciones de Narcotráfico a Estados Unidos; un personaje donde según la oposición que existía en su gobierno, él era el punto principal de todos los problemas del país, hoy en día siguen con el discurso de que todos los problemas son la herencia de los últimos 12 años de gobierno del Partido Nacional. 

Si bien, se entiende que administrar un gobierno no es fácil, sobre todo después de 12 años de un gobierno que fue conspirador de grandes saqueos a las arcas del Estado ¿Por qué utilizar este guion de culpar al gobierno anterior? Uno de los grandes problemas del gobierno actual, es que siguen ejerciendo las mismas políticas mediocres de sus antecesores, donde contratan activistas en las instituciones públicas y se olvidan que la única forma que una sociedad salga adelante es a través del desarrollo de políticas públicas. 

El actual gobierno se tiene que enfrentar a los problemas de migración que sigue siendo un punto no tratado, sumado al tema de seguridad, donde la extorsión se elevó de manera sorprendente en las principales ciudades del país.