
La desaparición forzada como instrumento para el manejo de la migración en Estados Unidos: entrevista con Natalie Cadwalader-Schultheis (HRF)
Maldito País
mayo 26, 2025
Natalie Cadwalader-Schultheis es una abogada estadounidense de derechos humanos y migración en Human Rights First (HRF). Ella ha investigado cómo el gobierno de Estados Unidos (EE.UU) ha utilizado la desaparición forzada como una herramienta para el manejo de la migración. Su artículo científico sobre esta práctica en las estaciones de la patrulla fronteriza estadounidense se encuentra entre los más leídos actualmente, ya que distintas organizaciones que defienden los derechos de las personas migrantes, han señalado que el envío y deportación de venezolanos sin procesos judiciales a las prisiones de El Salvador son catalogadas como desapariciones forzadas.
Cindy Espina: ¿Podría explicar por qué es una desaparición forzada el envío de personas migrantes a las cárceles de El Salvador, en este caso, supuestamente al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot)?
Natalie Cadwalader-Schultheis: Son desapariciones forzadas, porque de verdad no sabemos dónde están. Hubo un artículo, que creo fue del medio CBS, en donde se publicó una lista de nombres, que supuestamente son de las personas en el Cecot, incluso ahí estaba el nombre de Kilmar (Abrego García). Pero creo, de verdad, que ningún Gobierno (de El Salvador y Estados Unidos) ha admitido dónde están. En el caso de Kilmar, después de mucho trabajo de abogados, el senador de Maryland pudo verlo por un momento corto y hablar con él, pero en esa en esa reunión se supo que Kilmar no estuvo en el Cecot. Entonces, de verdad, no sabemos dónde están, no hay registro público que podamos revisar.
Los gobiernos de El Salvador y EE.UU. no están diciendo, y ellos (los detenidos), no tienen la capacidad de decirnos, por sí mismos, donde están. No pueden hacer llamadas, no pueden escribir cartas, no pueden recibir visitas. Entonces el Gobierno tiene la información de donde están, si están vivos o qué están haciendo con ellos, pero no hay acceso a esto.
Cindy Espina: ¿Qué indican los convenios internacionales cuando una persona es desaparecida de manera forzada? ¿Cuáles son estas características para determinar que una persona está desaparecida de manera forzada?
Natalie Cadwalader-Schultheis: La definición de desaparición forzada por los Convenios del en el Sistema Interamericano y de la ONU es más o menos la misma y hay tres elementos constitutivos que son: detención por el Gobierno o personas que están actuando con el consentimiento del Gobierno, después de estas detenciones no se concede información de que la persona fue detenida o que está escondiendo información sobre su paradero o destino.
Entonces en el caso de las personas deportadas y enviadas a prisiones en El Salvador son desapariciones forzadas porque son detenciones por los gobiernos y no nos están diciendo dónde están, cuál es su ubicación, si están vivos o no. En una reunión del Congreso de los Estados Unidos, se le preguntó a la mamá de Andry Hernández si su hijo estaba vivo, y ella contestó que no sabía.
Entonces, no solo es que no dicen dónde están, sino tampoco dicen si están vivos.
Cindy Espina: ¿Las cortes estadounidenses o la legislación de EE.UU. reconocen este tipo de crimen o violencia de Estado?
Natalie Cadwalader-Schultheis: Sí lo reconocen, pero cuando están hablando de personas de allá, de afuera de Estados Unidos, en otros países. Desafortunadamente Estados Unidos no ha firmado ningún Convenio, ni el de la ONU, ni el de la Corte Interamericana y tampoco tenemos legislación en Estados Unidos que defina qué es una desaparición forzada.
Es parte del excepcionalismo estadounidense, que asume que esto no pasa aquí (en Estados Unidos) y por eso no necesitamos firmar convenios, no necesitamos legislar. No firmamos solo los convenios sobre desaparición forzada, tampoco lo hacemos sobre otros convenios de derechos humanos.
Cindy Espina: ¿Entonces no hay ningún instrumento legal que ampare a las víctimas que en estos momentos se encuentran desaparecidas de manera forzada?
Natalie Cadwalader-Schultheis: Sí, en la Constitución tenemos la Quinta Enmienda que dice que todos merecen enfrentar un debido proceso y es un derecho que cualquier persona tiene en Estados Unidos. Entonces, muchos de los argumentos legales sobre la detención de estas personas tienen que ver con eso y otros derechos civiles que sí están reconocidos en la Constitución estadounidense.
Cindy Espina: ¿Y en este caso que hay dos Estados involucrados que son El Salvador y Estados Unidos, qué procede?
Natalie Cadwalader-Schultheis: Este caso es algo distinto, yo no tengo mucho peritaje en este asunto sobre qué hacer cuando son dos Estados involucrados en desapariciones forzadas, pero tampoco es la primera vez que algo así pasa en Estados Unidos.
La idea de usar otro país para deportar no es algo nuevo, ni nuevo en las últimas décadas, pero la idea de hacerlo a una prisión, eso es diferente, porque en general a las prisiones van las personas que han sido condenadas de algún crimen, pero en este caso, las personas enviadas son inmigrantes que fueron procesados por leyes de inmigración, que son leyes civiles en Estados Unidos y no son criminales. No han sido condenados por ningún crimen, y principalmente, no han sido sentenciados a enfrentar una condena en otro país.
Los abogados que están llevando estos casos en las Cortes Federales en contra de este proceso, están usando la Quinta Enmienda u otras enmiendas de la Constitución para decir que esto no es constitucional en Estados Unidos, pero también están usando leyes de inmigración que dicen que en Estados Unidos no se puede deportar a una persona a otro país al cual va a sufrir tortura, porque Estados Unidos, aunque no firma muchos convenios, sí firmó el convenio contra la tortura.
Algunos deportados a El Salvador ya habían recibido órdenes de deportación a Venezuela, pero no a El Salvador. Otros todavía estaban en el proceso.Como no hubo una decisión final, todavía tenían audiencias y todo ese proceso se les fue arrebatado cuando los deportaron y sin considerar que esas personas podrían ser torturadas en El Salvador, algo que sospechamos que sí está pasando en la prisión de allá.
Cindy Espina: ¿Cómo se están manejando estos casos de desaparición forzada en las cortes de Estados Unidos? Porque si bien no son ciudadanos estadounidenses quienes enfrentan estas desapariciones forzadas, fue a través de procedimientos del gobierno estadounidense que sucedieron.
Natalie Cadwalader-Schultheis: Como lo que hemos visto, en las cortes estadounidenses no están muy convencidos por lo que está haciendo el Gobierno del presidente Donald Trump y yo eso lo veo como algo bueno, aunque claro, tenemos tenemos tres ramas: el Ejecutivo que es Trump, el Congreso y Senado que muchas veces no pueden hacer algo, porque están divididos en partes iguales y las cortes, las cuales hasta el momento han dicho que esto no les parece legal, la deportación y envío a prisiones de El Salvador de migrantes venezolanos.
Hemos visto que la Corte Suprema dijo que el Gobierno tiene que llevar a Kilmar con su familia aquí en Estados Unidos, pero no han cumplido con eso, le están tratando de dar la vuelta. Lo bueno hasta el momento es que el Gobierno directamente no ha dicho: «no vamos a cumplir,» pero tampoco han cumplido y el peligro es que tampoco han obedecido con algunas órdenes. Muchas personas dicen que en Estados Unidos nos estamos acercando a una crisis constitucional. Sin embargo, yo, y muchos otros creemos que ya estamos en una crisis constitucional.
Cindy Espina: ¿Cómo surge hacer la vinculación entre desaparición forzada como un instrumento de contención, control y manejo de la migración por parte de Estados Unidos?
Natalie Cadwalader-Schultheis: Sabemos que en otros contextos las personas están desaparecidas por mucho tiempo y eso es muy difícil, y a veces sufren otros abusos adicionales. El hecho que alguien sobreviva para contar su historia, no significa que no fueron desaparecidos, significa que sobrevivieron.
Entonces, lo que observamos por muchos años en Estados Unidos, pero que nadie ha escrito mucho, es que las personas migrantes regularmente sufren de desapariciones forzadas en custodia de la patrulla fronteriza en el sur de Estados Unidos.
Un ejemplo, es que en los centros de detención de ICE, regularmente, hay un teléfono, las personas pueden recibir visitas y hay un registro público. Hay centros del ICE muy alejados y ese es un problema, pero se puede establecer comunicación.
Esas tres cosas no existen para las personas en custodia de la patrulla fronteriza, que están por la mayor parte en la frontera. Entonces, cuando las personas llegan a Estados Unidos, normalmente la primera agencia que los detiene es la patrulla fronteriza y allí no hay registro para que otras personas puedan buscar y saber dónde están. Esa fue la situación que me motivó a mí y a mi colega a investigar y escribir sobre esta práctica del manejo de la migración vinculada a la desaparición forzada. En nuestra investigación hablamos con unas 200 personas que estuvieron en custodia de la patrulla fronteriza y estas indicaron que no pudieron hacer llamadas o contactar a un abogado, mientras tanto las autoridades decidían sobre si serían deportados o se les haría una entrevista sobre el temor fundado, que es determinante para su deportación o la opción de enfrentar un juez de inmigración.
