En Managua están aterrizando diariamente al menos 20 vuelos con procedencia de Puerto Príncipe, la capital de Haití, por las características de sus llegadas son vuelos chárter o “privados”, esto según los datos que registra la Empresa Administradora de Aeropuertos Nacionales e Internacionales (EAAI) en Nicaragua.
En los últimos días se ha evidenciado un flujo mayor de ingreso de estos vuelos que coincide con la tabla diaria de arribos que registra el Aeropuerto Internacional Augusto César Sandino en Managua, oficialmente esta no es una ruta comercial abierta con Managua, la noticia se conoce por el aumento de los flujos que registra el aeropuerto y por los movimientos migratorios que ya son notorios en la capital de Nicaragua.
¿Qué hay detrás de Nicaragua como trampolín de migrantes?
Si bien es cierto, la nueva ruta acorta el tránsito de la población migrante y disminuye los riesgos a los que se enfrentan cuando atraviesan el Tapon del Darien -paso obligatorio para transitar desde Sudamérica a Centroamérica-, su llegada a Managua es un negocio lucrativo para el régimen de los Ortega-Murillo, que encontró en medio de una necesidad una oportunidad para fortalecerse económicamente mediante los réditos que esto genera.
El politólogo y consultor nicaragüense Manuel Orozco, director del programa de Migración Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, ha señalado en diversos medios de comunicación que “el régimen de Nicaragua dispuso esta facilidad logística para que los haitianos lleguen más rápido a la frontera sur de Estados Unidos”.
Orozco afirma que el Gobierno de Ortega cobra 200 dólares a cada pasajero, más otros réditos por el uso del aeropuerto, de tal forma que ha percibido al menos 6,3 millones de dólares desde agosto pasado por acoger en la terminal aérea los vuelos cargados de pasajeros procedentes de Puerto Príncipe.
Aunque no se ha hecho oficial ninguna comunicación que explique esta nueva modalidad de arribo a Nicaragua desde Puerto Príncipe y otros países como Cuba o República Dominicana -que también tienen entradas significativas al país- estas llegadas son controladas por el régimen, quienes también se benefician de la transportación, mediante taxis y autobuses que los movilizan por tierra hasta la frontera con Honduras, donde siguen su tránsito migratorio hacia Estados Unidos.
La crisis migratoria de Haití que no se debe olvidar
Haití atraviesa una grave crisis de derechos humanos, en 2021 tras el asesinato del presidente Moïse se desencadenó el aumento de la violencia, los disturbios civiles y el aumento de la inseguridad alimentaria, según datos de la Oficina Integrada de Naciones Unidas (BINUH) se estima que los grupos criminales en Haití asesinaron a más de 2 000 personas entre enero y junio de 2023, esto ha provocado una masiva migración desde el pais caribeño hacia Estados Unidos.
Por ello es que esta nueva ruta con Nicaragua no pasa desapercibida, aunque signifique un elevado costo para su población, frente a la opciones que tienen de llegar hasta Estados Unidos esto es por ahora una de las rutas más ágiles y menos riesgosas. En la región, la población haitiana cada vez tienen más trabas y menos solidaridad, debido a los Estados que han hecho muy poco en materia migratoria y de derechos humanos para colaborar con que su situación sea menos difícil.
La población haitiana lejos de recibir apoyo y oportunidades que garanticen su seguridad y estabilidad en el continente, lo que ha encontrado son trabas que cada vez limitan más su transido y países como Nicaragua detrás de su necesidad han encontrado un negocio para fortalecerse económicamente.