Nicaragua: la historia de un país migrante

Maldito País

abril 27, 2023

En este texto KaryVal habla sobre el flujo histórico de la migración nicaragüense, desde Somoza hasta nuestros días. En conclusión, Nicaragua es un país de migrantes y eso ha unido (y separado) a muchas generaciones.

Esta columna publica de manera periódica temas vinculados a la migración en la región, de ahí el nombre “Maldita Frontera”, como crítica constante a la externalización de las fronteras, las expulsiones masivas de personas migrantes en países receptores, las políticas migratorias que violentan estándares internacionales en materia de derechos humanos, y la crisis que la región atraviesa para atender a las poblaciones que buscan algún tipo de protección.  

 Pero no es solamente la crítica hacia los países que recepcionan migrantes que por supuesto tienen responsabilidades, los países de destino también tienen obligaciones sobre estos procesos y es donde se generan muchas de las causas estructurales de la migración, en el caso de Nicaragua se cumplen 5 años de crisis y queda al descubierto que hay una problemática por atender y visibilizar. 

 “El hambre, la necesidad, la inseguridad te hace dejar tu país, nadie quiere dejar su país y su familia” comentario de un lectora de Maldita Frontera en redes sociales, esto es el retrato de una Nicaragua que durante décadas ha sido expulsor de migrantes, antes de 2018 era una migración considerada a cuentagotas aunque significativa, a raíz de la crisis de abril 2018 se hace visible una problemática generalizada y que pone en el foco de atención a este pedacito de tierra que desde hace muchos años no sabe lo que es vivir con paz y dignidad. 

 Las causas que obligan a la gente a salir de Nicaragua son multifactoriales, no hay una única razón, la dinámica de inestabilidad política y económica son las principales explicaciones, de ahí los conflictos internos, las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y el actual régimen político hacen que esto se convierta en un éxodo vivido por quienes no tienen opción, pero que a su vez está elevando el Producto Interno Bruto (PIB) del país a través de las remesas y sosteniendo a muchas familias nicaragüenses que se quedan. 

 Al cierre del año 2022 según datos del Banco Central de Nicaragua el país recepcionó 3.224.9 millones de dólares, un 50.2% más que el año 2021, lo que representa el 23% del PIB, desde el punto de vista económico esto es un sostén aprovechado por quienes no generan las oportunidades y mantienen sumido al país en una grave crisis social, política y económica.

Nuestra historia con la migración

Las crisis que a lo largo del siglo han erosionado directamente para que la población nicaragüense tenga reducidas opciones y motivaciones de quedarse en el país, se reconocen desde el siglo XX y XXI, uno de los primeros momentos de salida se da con la invasión de Estados Unidos a inicios del siglo y hasta los años 30,  los primeros nicaragüenses empezaban a asentarse en Costa Rica, el vecino país aprovechó la utilización de la mano de obra de migrantes nicaragüenses para construcción de las vías ferroviarias y en el sistema de agroexportación. 

 Luego la dictadura somocista entre 1937-1979 fue un momento de la historia que provocó salidas masivas, posterior el proceso revolucionario y de guerra civil  entre 1979-1990 que generó a miles de exiliados- hoy convertidos en diáspora- luego  el período de transición a la democracia liberal que inició con las elecciones de 1990 y mediante el cual se aspiró a un cambio estructural, pero que años después con la llegada al poder del Daniel Ortega en 2006 los sueños de la Nicaragua en busca de la paz quedaron en ideas rotas, con un tejido social fracturado y con la formación de la actual dictadura.

Los países de destino

Las redes transnacionales de nicaragüenses en Estados Unidos y Costa Rica han aportado a construir vínculos con estos países que figuran como principales destinos, además de sostener una tradición de apertura para recibir población nicaragüense en búsqueda de protección internacional en el marco de asilo o refugio, para el año 2022 según la investigación del medio digital Confidencial se calculó que un poco más del 4.9 de la población nicaragüense salió del país. 

 En el caso de Estados Unidos, antes de cerrar sus fronteras a solicitantes de asilo nicaragüenses y crear el conocido “Parole Humanitario” para el año 2022 según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó 181.566 detenciones de migrantes nicaragüenses en las fronteras estadounidenses, marcado como un hecho sin precedentes. 

 Para el caso de Costa Rica como segundo destino, entre enero y noviembre de 2022, las autoridades migratorias contabilizaron 76.676 solicitudes nuevas de refugio por parte de nicaragüenses, las cifras se elevarían si se incluye a personas en situación migratoria irregular y migrantes económicos. 

 Las tendencias refieren que la cifra de nicaragüenses que ha salido en estos 5 años de crisis social y política, es de un 20% o más, y los flujos migratorios se concentran en Estados Unidos y Costa Rica, en menor medida pero con recepción significativa España, Panamá, México y Canadá.  Según Manuel Orozco experto en temas migratorios desde 2018 a 2022 han salido 604.485 nicas, es posible que los datos sean mucho mayores si se suman migrantes económicos, refugiados políticos y migrantes en situación irregular que también ingresan a estos países.

 La población nicaragüense que resiste dentro del territorio atraviesa un momento crítico, por la crisis que se vive desde dentro y el control de todo el aparato institucional que el régimen Ortega y Murillo mantiene. Quienes migran o huyen en búsqueda de protección, tampoco la tienen muy fácil, las políticas migratorias de Estados Unidos y México han frenado los flujos migratorios y con ello las aspiraciones de muchos nicaragüenses. 

 Así mismo los cambios en la política costarricense, los procesos de refugio demorados, el rechazo histórico hacia migrantes nicaragüense en el vecino país, agudizan que este destino cada vez sea más difícil, por ello corresponde apuntar a que las condiciones mejoren para quienes ya migraron y para quienes están pensando hacerlo, la visibilización de esta grave situación, la actuación de la comunidad internacional y el compromiso de los países receptores es clave y urgente en este momento de nuestra historia.