Entre los años 2002 y 2003 se realizaron multitudinarias marchas en San Salvador, a las que denominaron “Marchas Blancas” en alusión a las batas de médicos, médicas y personal de salud, convocantes de las mismas. Según registros en medios de comunicación, se estima que asistieron entre 80 mil y 200 mil trabajadores y trabajadoras. 

La demanda en ese entonces era la posible privatización del Instituto Salvadoreño del Seguro Social y de otros servicios públicos de salud. Las marchas fueron el resultado de meses de huelga donde médicos, enfermeras y trabajadores de la salud se tomaron recintos como hospitales y unidades de salud para exigirle al presidente de ese entonces, Francisco Flores, desistir de la reestructuración del ISSS. 

Las históricas marchas blancas no habían ocurrido desde ese entonces. Participar en ellas tiene consecuencias. En las marchas de inicios del 2000 hubo enfrentamientos con la PNC, dejando personas heridas, detenidas y cientos de despidos. En 2024, a casi 22 años de aquellas hazañas contra el Estado, quienes organizaron la reciente protesta que revivió el nombre de marcha blanca, han vivido represalias. 

Un día antes de la manifestación, alrededor de 9 organizaciones sindicales del magisterio informaron que, tras una reunión con representantes del Ministerio de Educación, se había llegado a un acuerdo de respeto al Escalafón. Al respecto, la maestra Idalia Zúniga, sindicalista del Frente Magisterial Sindical, expresó que ella se retiró de la reunión y no firmó el acuerdo con el MINED, ya que los representantes del ministerio no estuvieron de acuerdo en plasmar sus compromisos en un documento. 

Zúniga expresó que en la reunión se encontraba Carolina Recinos, comisionada presidencial, quien solicitó desmontar la protesta a cambio del respeto al Escalafón. Idalia se negó a firmar cualquier acuerdo con el gobierno. “Cuando me levanté de la reunión, Carolina Recinos me dijo: ‘usted va a ser la culpable de que el escalafón no se dé. Si usted habla, vamos a lanzar los megáfonos del gobierno’”.

La maestra ha denunciado una campaña de difamación en su contra y su despido como maestra del Centro Escolar República del Perú, que se dió días después de la marcha blanca. En total, el FMS registra alrededor de 14 despidos en educación, 51 del sector salud, 2 sindicalistas del Ministerio de Hacienda, 1 del Ministerio de Agricultura, 4 sindicalistas del Instituto Salvadoreño de Bienestar Magisterial y el caso de una enfermera que fue detenida luego de ser despedida. 

“La enfermera Jackeline Cristina González fue notificada verbalmente de su despido del Hospital Zacamil. Ella pidió que se le diera algo por escrito y se negaron. Ella comenzó a grabar y llamaron a los de seguridad del hospital quienes la retuvieron por tres horas. Llegó la policía y le exige que borre la grabación, luego la dejan libre. Sin embargo, en la noche llegan 10 policías a capturarla en su casa de habitación. Ella no ha cometido ningún delito, lo único que hizo fue pedir explicaciones. Responsabilizamos al presidente Nayib Bukele por lo que le pueda pasar a esta compañera”, expresó. 

Al cierre de este reportaje, se conoció por medio de Idalia Zúniga que la enfermera fue dada en libertad el pasado 30 de octubre, luego de una audiencia de vista pública. Según Zúniga, la enfermera fue despedida bajo el argumento de haber participado en la marcha; sin embargo, González aseguró que ella no estuvo presente. Líderes sindicales lamentan este tipo de hechos que violentan los derechos de las y los trabajadores.