Centroamérica a oscuras: impacto de la crisis energética

Maldito País

mayo 28, 2024

En este reportaje analizamos las causas de la crisis energética que está sucediendo en el istmo centroamericano. ¿Cuáles son los factores que más influyen para que existan estos apagones? ¿Existe alguna solución sostenible a este problema?

Centroamérica vive una crisis energética latente. Algunas de sus causas se encuentran en las altas temperaturas y olas de calor que afectan a la región, junto con el fenómeno del Niño, la sequía y otros factores que han disminuído los caudales de las hidroeléctricas en todo el istmo. Algunos países como Honduras y Costa Rica, han iniciado con ciclos de racionalización de la energía para ahorrar el recurso. Otros, como El Salvador, han detenido parcialmente la exportación de energía. Y Guatemala declaró en marzo un estado de emergencia energética para garantizar el suministro de electricidad debido a la escasez de lluvia por el cambio climático. Ante este panorama, ¿existen alternativas viables que puedan salvar a la región de una crisis extrema de energía? 

La crisis se agudizó en 2023 con la falta de lluvia que provocó graves sequías en la región. Uno de los países más afectados fue y sigue siendo Honduras, donde los empresarios de la costa norte reportaron cortes hasta de ocho horas diarias. Ese año, la presidenta Xiomara Castro reconoció la grave situación. “Sabemos que enfrentamos un grave racionamiento de energía por el bajo nivel de agua en las represas”, lamentó. 

Este mes, las autoridades hondureñas han admitido en cadena nacional que, nuevamente, las altas temperaturas y la sequía han afectado el suministro de energía eléctrica. El gerente de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), ha solicitado la comprensión de la población ante los apagones que han afectado a ciudades como San Pedro Sula y múltiples zonas de Tegucigalpa. 

Este mismo mes, el gobierno de Costa Rica comenzó a racionar la energía eléctrica en el país debido a dificultades en la generación de hidroeléctricas a causa de la sequía. Las autoridades decidieron implementar un ciclo de apagones a causa de una baja en la reserva energética. Los impactos del fenómeno del Niño han sido extremos, causando un descenso crítico en los caudales de las hidroeléctricas del istmo centroamericano, han dicho las autoridades. 

Por su parte, en El Salvador se han restringido las exportaciones del recurso a otros países para “evitar situaciones críticas”, así lo dijo el presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) y  también director general de Energía, Hidrocarburos y Minas de El Salvador, Daniel Álvarez. Los datos del Ente Operador Regional (EOR) confirmaron una disminución de las exportaciones de energía que realiza El Salvador a los demás países de la región.

Según el Informe de Planeamiento Operativo 2024-2025 del EOR, se estima que la demanda de energía de América Central para el período de enero a diciembre 2024 crecerá 4.5 % con respecto al mismo período del año 2023, mientras que la demanda correspondiente al período de enero a diciembre 2025 crecerá 3.3 % respecto del año 2024. 

También afirma que la capacidad de generación disponible en los países de la región tiene un fuerte componente hidroeléctrico, cuya proporción en la composición de la matriz eléctrica es de 40.4 %; “los recursos renovables variables suman 16.8 %, la biomasa suma 7.6 % y la geotermia 3.2 %. La componente térmica que complementa la matriz se conforma por un 22.3 % de centrales que operan con base en combustibles derivados del petróleo, 5.1 % de carboeléctricas y 4.3 % de centrales de gas natural”.

Que la apuesta mayoritaria de los países sea la generación de energía a través de las hidroeléctricas es otra de las causas de la crisis, explica el ingeniero Mauricio Sermeño, presidente de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) y rector de la Universidad Técnica Latinoamericana. Depender de la lluvia, explica, pone en problemas al sistema cuando el invierno es débil y con el cambio climático, son más escasas. Además, afirma que con las olas de calor, la demanda de energía va creciendo debido a la necesidad de las personas de disminuir las altas temperaturas. 

“Cuando ya no da abasto el ventilador, porque el calor es más intenso, entonces ya piensan en el aire acondicionado. Y eso provoca más demanda de energía. Casi todas las casas, incluso los vehículos, las oficinas, los hoteles, todos están funcionando con aire acondicionado, entonces eso está provocando más demanda de energía eléctrica y más calor en la atmósfera”, afirma.

Diversificar las fuentes de energía es una de las alternativas para atender la alta demanda de energía en la región. Un informe del EOR afirma que los países centroamericanos deben invertir más de $250 millones para atender el crecimiento de la demanda de electricidad en la próxima década. La inversión por un monto de $198 millones sería en 29 «proyectos de transmisión» en el período 2024-2033, con el objetivo de «atender el crecimiento de la demanda» y mantener «en el largo plazo» la capacidad operativa en redes locales de los países para intercambio internacional mínimo de 300 megavatios (MW), aseguró un comunicado del EOR. Los países que requieren las «mayores inversiones» para adecuar la red nacional son Honduras (41%) y Costa Rica 37%, precisó el informe

Sermeño dice que si bien todos los países buscan incentivar sus ingresos económicos, muchas de estas inversiones también traen consigo una mayor demanda energética. Por ejemplo, en el caso de El Salvador, la búsqueda de inversión en turismo implica la construcción de infraestructura que requiere de gran demanda energética, por estar ubicada en zonas costeras, por ejemplo. “No hay un hotel de tres estrellas para arriba que no tenga aire acondicionado y si son en la playa bueno, el aire acondicionado ahí tiene que ponerse casi las 24 horas del día porque el calor en las playas es más intenso y en el caso de El Salvador, se habla también de la minería de Bitcoin y eso demanda también grandes cantidades de energía para las empresas”. 

En ese sentido, explica que alternativas como las prometidas por el presidente de El Salvador, como la energía geotérmica o las plantas de energía nuclear, tienen sus límites debido a los impactos que pueden implicar en la región. “Se está hablando de plantas de energía nuclear para generar energía eléctrica, los riesgos para la población son enormes, no tenemos la capacidad tecnológica para manejar esas plantas, pero la presidencia de la República se caracteriza porque no se pone límites. Yo creo que todo debe tener su límite y no es necesario eso para atender la demanda de la población pobre, que debería de ser la prioridad. No necesitamos plantas de energía atómica, necesitamos voluntad de llevar la energía eléctrica a las zonas rurales a los que más lo necesitan y que no necesitan enormes cantidades de energía”.