El Salvador prepara un plan de rescate del río Lempa sin consultar a comunidades y organizaciones

Maldito País

noviembre 20, 2024

Un acuerdo de reconversión de deuda entre Estados Unidos y El Salvador financiará la restauración de la cuenca del río Lempa, que abastece a más de 3 millones de salvadoreños y comunidades de Guatemala y Honduras. Sin embargo, organizaciones ambientalistas y las comunidades con las que trabajan aseguran que no han sido consultadas. Estas organizaciones han propuesto una ley de protección de la cuenca de este río, pero aún no se ha discutido en el parlamento salvadoreño.

El 16 de octubre, la Corporación Financiera Internacional de los Estados Unidos para el Desarrollo (DFC) y el Gobierno de El Salvador anunciaron el acuerdo de financiamiento de $1,000 millones para la recompra de $1,031 millones de sus bonos en circulación por parte de El Salvador. Los ahorros generados se destinarán a la conservación, la seguridad hídrica y la restauración del ecosistema en la cuenca del río Lempa, el más importante del país centroamericano

JPMorgan Chase Bank entregará un préstamo de 1,000 millones de dólares, JP Morgan Securities LLC actuó como intermediario en la oferta pública de adquisición de los bonos de El Salvador y DFC proporcionará un seguro de riesgo político (PRI) para la recompra de $1,031 millones de bonos. La Embajada de Estados Unidos en El Salvador detalló que en esta «conversión de deuda más grande de la historia» participaron diversas organizaciones, entre ellas el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Catholic Relief Services (CRS), el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES), y ArtCap Strategies. 

El presidente Nayib Bukele señaló que este proyecto de conversión de deuda promueve el desarrollo sostenible, fortalece la seguridad hídrica y protege los ecosistemas. Según el presidente, este esfuerzo no solo busca mejorar la situación ambiental, sino también garantizar el bienestar de las futuras generaciones y transformar el futuro económico de El Salvador.

Un acuerdo de reconversión de deuda (también conocido como conversión de deuda) es un mecanismo financiero que permite a un país o entidad modificar los términos de su deuda externa, generalmente con el fin de aligerar la carga financiera, reestructurar el pago de los préstamos o redirigir los fondos hacia objetivos específicos como proyectos de desarrollo sostenible o conservación ambiental.

Los canjes de deuda por naturaleza existen desde hace 40 años, pero han ganado mayor relevancia a medida que su escala ha aumentado. Surgieron en la década de 1980, durante la crisis de deuda latinoamericana, como una forma de redirigir recursos de gobiernos endeudados hacia la protección de las selvas tropicales, aunque inicialmente eran pequeños y carecían de un seguimiento riguroso.

Mientras que las primeras generaciones de estos canjes involucraban principalmente a países prestamistas como Estados Unidos y las naciones europeas, que perdonaban deudas concedidas a países en desarrollo, hoy en día la atención se ha desplazado hacia la deuda privada, que se ha incrementado considerablemente desde la pandemia de COVID-19 y el aumento de las tasas de interés.

Organizaciones que trabajan por el Lempa desconocen cómo se rescatará el río

A un mes del anuncio, las organizaciones que conforman la Red Trinacional por el Rescate del Río Lempa, se pronunciaron ante dicha decisión que consideran importante para la implementación de acciones que protejan el río. No obstante, expresaron desconocer el contenido del plan, sus acciones principales y si han consultado con las comunidades que viven alrededor del cuerpo de agua. Afirman que tampoco ellas han sido consultadas para dicha propuesta.

Las organizaciones demaron la construcción de una mesa trinacional, que involucre a Guatemala y Honduras, países donde nace y atraviesa el río Lempa y que, según datos del Observatorio de Industrias Extractivas, entre los dos países existen más de 50 proyectos mineros que ponen el peligro al río, el ecosistema y a las comunidades de los tres países. 

Red Trinacional por el Rescate del Río Lempa. Foto: Krissia Girón

“En ese contexto, este programa, que tiene un plazo de 20 años, con una asignación de 9. 75 millones de dólares, es importante. Sin embargo, no es suficiente para rescatar, recuperar y restaurar una cuenca tan dañada entre Guatemala, Honduras y El Salvador, que la rodean y fundamenal para El Salvador”, dijo Hector Aguirre, gerente ejecutivo de la Mancomunidad Trinacional Fronteriza Río Lempa.

“Esta iniciativa debe integrar a los tres países. El Salvador está obligado por estar cuenca abajo, entonces, puede concertar con ambos países un instrumento regional, llámese tratado, que sea capaz de detener el deterioro que sufre el Lempa, y no sólo por extracción minera, también otros impactos que genera la acción humana en los territorios”, expresó.

Nelly Rivera, de la Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador, AMAES, considera que parte de las condiciones en las que deben ejecutarse estos fondos es la transparencia y permitir una auditoría de las comunidades y sectores interesados, así como su participación activa en el proyecto, especialmente de los más afectados. 

“Debe haber una equidad en la distribución de beneficios, estos deben distribuirse equitativamente. Los canjes de deuda, aunque potencialmente beneficiosos, no siempre distribuyen los recursos de manera equitativa. Por eso es importante que la que las comunidades locales también sean beneficiadas o tengan acceso también a estos fondos, a estos beneficios”, expresó. 

Para garantizar la efectividad del programa, las organizaciones sociales han propuesto la creación de una ley que proteja la cuenca del río Lempa, la cual se encuentra actualmente en análisis. Esta ley establecería un marco legal claro para la gestión de los recursos destinados a la restauración ecológica del río. Araujo señaló que el compromiso estatal debe ir más allá de los anuncios y traducirse en acciones concretas respaldadas por un marco legal sólido.

Los participantes en la conferencia coincidieron en que El Salvador enfrenta una situación crítica respecto al manejo de sus recursos hídricos. Según informes presentados en la conferencia, el país es el segundo más deforestado de América Latina, después de Haití, y enfrenta un estrés hídrico severo. Si la tendencia de degradación del río Lempa no se detiene, en los próximos años podría haber más crisis de agua, como ya se ha experimentado en las sequías recientes.

Uno de los principales peligros del río es el potencial proyecto minero Cerro Blanco, ubicado en el municipio de Asunción Mita, departamento de Jutiapa, en Guatemala. Este proyecto extractivista, advierten organizaciones ambientalistas, podría descargar cientos de metales pesados perjudiciales para la salud, lo cual pone en vilo la vida de la población de los tres países.

El río Lempa tiene su vertiente al océano Pacífico. Con 422 km de longitud, es uno de los ríos más largos de Centroamérica y el más largo de El Salvador. El área total de la cuenca del río, es de aproximadamente 18,240 km2, de los cuales 10,215 km2 (56%) están en El Salvador; 5,472 km2 (30%) en Honduras; y, 2,553 km2 (14%) en Guatemala. Los nacimientos de dicho río se encuentran en la zona sureste de Guatemala y al suroeste de Honduras. Este afluente suministra el 70% del agua potable del área metropolitana de San Salvador, permite cultivar aproximadamente 10,000 hectáreas entre los tres países. Casi 4 millones de personas viven en sus alrededores. Provee el 28% de la demanda energética de El Salvador y sostiene 4 humedales Ramsar en su cuenca. Un sitio Ramsar es un humedal de importancia internacional, catalogado bajo la Convención sobre Humedales, conocida como la Convención de Ramsar, un tratado ambiental intergubernamental establecido en 1971 por la UNESCO, que entró en vigor en 1975.