Sin justicia: la impunidad en el caso de Sergio Rojas

Maldito País

enero 29, 2024

El asesinato del líder indígena de Costa Rica, ocurrido en 2019, podría quedar en la impunidad debido a la decisión del Juzgado Penal de Buenos Aires, Puntarenas, que dictó un sobreseimiento definitivo a favor de los 3 sospechosos del crimen, el pasado 8 de enero. Si la decisión queda en firme, el caso sería archivado de manera definitiva.

En 2020, el Ministerio Público de Costa Rica solicitó la desestimación y el archivo de la causa penal, argumentando que «el entorno, la forma de vida de la zona y la imposibilidad de localizar a los testigos fueron factores que jugaron en contra de la investigación». En ese sentido, el juez José Campos Vargas, decidió el pasado 8 de enero de 2024, acoger la solicitud planteada por la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos. Además, rechazó una solicitud de apertura de juicio planteada por la familia de la víctima.

La oficina de prensa de la Corte Suprema de Justicia, expresó a medios costarricenses que la decisión del juez aún puede ser apelada por la parte querellante. El abogado defensor, Oscar Renata Montealegre, afirmó que esto responde a una “estrategia procesal». Por su parte, los defensores Jorge Rojas Fonseca y Genive González Hernández, calificaron la resolución como «totalmente atinada», ya que, durante la pesquisa, no logró determinar las bases para un eventual contradictorio. 

Otra de las razones para la determinación del juez fue la muerte de uno de los imputados, el 23 de noviembre de 2021. Según las autoridades, el fallecimiento de uno de los acusados es causal de extinción de la persecución de la pena. Sin embargo, la causa podría continuar en contra del resto de acusados. 

Sergio Rojas fue un histórico defensor de los pueblos indígenas, quien luchó contra la ocupación de tierras en Costa Rica. Fundador y coordinador del Frente Nacional de Pueblos Indígenas (FRENAPI) y presidente de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) del Salitre, al sur del país. Fue criminalizado y vivió diferentes atentados a su vida desde 2010, todos debido a su liderazgo y defensa de las tierras indígenas. Debido al peligro constante a su integridad y la de otros líderes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió medidas cautelares a favor de los pueblos Bribri y Teribe, del Salitre, donde solicitó al Estado “adoptar las medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad personal” de dichos pueblos, además de informar sobre estas acciones de protección a fin de investigar los hechos que dieron lugar a la adopción de medidas. 

Aún con medidas cautelares de la CIDH, Rojas no recibió la protección que se esperaba. Fue asesinado de 15 disparos en su casa de habitación ubicada en la comunidad de Yeri, en Salitre, a los 59 años, el lunes 18 de marzo de 2019. Se cree que el asesinato fue perpetrado «por encargo» de los tres hombres a los que ahora se les dictó el sobreseimiento definitivo.

Días antes de la decisión del juez sobre el caso de Rojas, el Sistema de Naciones Unidas ya había solicitado al Estado de Costa Rica continuar la investigación y esclarecer el homicidio del líder indígena Sergio Rojas. Naciones Unidas recordó el llamado que hicieron los expertos,  en que urgieron a las autoridades costarricenses “identificar a los autores materiales e intelectuales de este grave delito y que los lleven ante la justicia, de acuerdo con la ley”. Además, ha hecho llamados a sus Estados miembros para seguir impulsando las acciones necesarias con el fin de erradicar toda forma de violencia y discriminación contra los pueblos indígenas, garantizando también el derecho a la posesión de sus tierras.

Luego de conocer la decisión del juzgado, organizaciones populares y de pueblos indígenas manifestaron que la impunidad en el caso de Sergio Rojas “fortalece a los ocupantes ilegales” de tierras indígenas, “entre los que sobresalen los imputados en el caso de Sergio, Edwin Guevara y Víctor Zúñiga”, que son los acusados del asesinato del líder, “a los terratenientes, a los discursos de odio y racistas y, en general, promueven una cultura de violencia en los Territorios Indígenas y comunidades aledañas», señalaron a través de un comunicado. 

“La desidia, falta diligencia y celeridad de la Fiscalía tiene consecuencias graves sobre cuerpos, vidas de infancias, mujeres y hombres. Así, el Estado lejos de proteger a los Pueblos Originarios se convierte en uno de sus mayores verdugos».

Las organizaciones exigieron al Poder Judicial continuar de manera urgente con las investigaciones. Además, advirtieron: «Como Pueblos Originarios continuaremos los procesos de resistencia».