Las leyes SB3 y SB4, aprobadas por el congreso local de Texas con mayoría republicana, están próximas a convertirse en las más radicales contra la población migrante en Estados Unidos. Para que este proyecto sea posible hace falta la firma del gobernador Greg Abbott, quien abiertamente ha indicado que dará su sello. De convertirse en leyes, este paquete entrará en vigencia en febrero del 2024.
La ley SB4 incluye como delito el ingresar o reingresar al estado de Texas de manera irregular desde México, también brinda facultad a las autoridades de arrestar a migrantes bajo sospecha de un ingreso irregular. De encontrarse que no cuentan con los permisos correspondientes podrán ser deportados a su país de origen.
Por otro lado, la ley SB3 fortalecerá las acciones de securitización de las fronteras, asignando recursos que ascienden a los $1.500 millones de dólares para continuar con la construcción del muro fronterizo. También le otorga fondos adicionales a las fuerzas policiales para el “cuidado y la vigilancia de la frontera”.
Las medidas de rechazo ya venían dándose
Estas medidas contra la población migrante en los últimos años han sido devastadoras, y las acciones de rechazo ya venían dándose mediante la colocación de alambres de púas para evitar ingreso de migrantes por el paso entre México y Estados Unidos, por el conocido Río Bravo y también con la transportación de migrantes hacia ciudades “santuario”, el gobernador Abbott se ha encargado de enviar en autobuses a más de 58.000 migrantes.
La ley SB4 intenta tomar acción por sobre la Ley Federal de Inmigración, por ello es que se considera inconstitucional y desde ya diferentes sectores han emitido críticas sobre este paquete de medidas, ya que fomenta la discriminación y el acoso racial, otorgando poder a oficiales locales, además de la capacidad de deportar incostitucionalmente a personas sin el proceso adecuado, no importando si son elegibles para casos de asilo o ameritan algun tipo de protección por causas humanitarias.
Pese a que la ley SB4 no puede sustituir las leyes federales de inmigración, ni tampoco suplantar las acciones que le corresponden al Departamento de Inmigración y Aduanas, o a un agente fronterizo, si tiene poder sobre sus funcionarios y las personas que residen en este estado, lo cual se convierte en un proyecto polémico y que desde ya genera temor a las personas migrantes en situación irregular.
El mensaje de rechazo es claro
Este año también se aprobó la ley SB 1718 en el estado de la Florida, que incluye severas medidas en contra de la población migrante, también promulga las bases de una política de persecución en contra de quienes no cuenten con un estatus regular -incluyendo sus familias y amistades-, criminaliza iglesias y organizaciones de sociedad civil que brinden ayuda humanitaria, deshumaniza la migración, violenta derechos humanos y extiende el discurso de odio con una abierta intención de voto
Con estas leyes en el estado de Texas la situación para las personas migrantes empeora, por su abierta política de cierre de fronteras, así mismo intenta suplantar el orden constitucional y de derecho, lo preocupante de este proyecto es que cada vez avanzan más las leyes de este tipo en Estados Unidos, con propuestas que vienen desde sectores abiertamente xenófobos y que al momento de tomar decisiones tienen mucho peso y respaldo político.