El retroceso en el Sistema de Refugio de Costa Rica
Maldito País
junio 30, 2023
El 20 de junio se conmemoró el Día Mundial de la Persona Refugiada, una fecha en la que se rinde homenaje a quienes han tenido que huir de sus hogares. Según los datos más recientes de la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) a nivel mundial hay más de 108,4 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus comunidades y países de origen.
Así mismo en el informe de Tendencias Globales de Desplazamiento Forzado para el año 2022 Nicaragua ocupa el cuarto lugar de solicitantes de refugio a nivel mundial con datos de 165.800 personas que en ese año buscaron protección en otro país, estos datos revelan la crisis migratoria y de derechos humanos que se vive.
La mirada internacional se ha puesto sobre Costa Rica, por ser uno de los principales países de acogida para refugiados nicaragüenses, venezolanos y migrantes extracontinentales, debido a que existe una tradición de solidaridad y recibimiento de poblaciones que huyen de sus países, pero a pesar de esto el sistema migratorio costarricense actualmente tiene múltiples retos en materia de respuesta a los casos de refugio.
Existe también un discurso de rechazo, con desinformación propagada por los sectores más conservadores del país -el presidente Rodrigo Chaves ha sido uno de ellos- ya que el tratamiento de la información brindada por Chaves dista de la tradición solidaria de Costa Rica. Desinforma, fomenta confusión y rechazo sobre una crisis migratoria que merece respeto y solidaridad para quienes han tenido que huir y dejarlo todo para resguardarse en Costa Rica.
El retroceso en materia de protección
Las reglas del juego se han cambiado para las personas solicitantes de refugio que están en Costa Rica o quieren llegar, y esto afecta sobre todo a la población nicaragüense que según las autoridades de Migración y Extranjería representan más del 80% de las solicitudes de refugio que llegan al país.
La administración del presidente Chaves estableció un paquete de reformas al procedimiento de refugio, y actualmente la protección solo puede ser solicitada de forma presencial y durante un tiempo limitado de 30 días después de ingresar al territorio, no obstante los cupos diarios y las oficinas de las Unidades de Refugio no dan abasto para la cantidad de solicitantes.
Estas medidas fueron anunciadas en noviembre del año pasado, y junto a ello la propaganda de un discurso xenófobo, en esas mismas declaraciones Chaves señaló que “las medidas son para evitar que nuestro régimen de refugiados sea aprovechado de manera incorrecta por personas que lo que quieren es emigrar a Costa Rica, quedarse aquí para trabajar”.
Estas declaraciones no tienen mayor sustento, porque la misma autoridad migratoria ha dicho que desde 2018 han recibido 222.056 solicitudes de refugio, de las cuales 172.689 están pendientes de resolver y por otro lado para ello existe un órgano especial, que es la Comisión de Visas Restringidas y Refugio, quien se encarga de analizar cada caso y determinar su elegibilidad.
Entre otras medidas se encuentra la restricción para acceder al permiso laboral, mediante la implementación de un seguro médico obligatorio arancelado para acceder a este carné -que es la vía para lograr un empleo formal- también se creó una categoría especial para cubanos, venezolanos y nicaragüenses, que cumplieran con ciertas características y que se les hubiese rechazado su procedimiento de refugio o no quisieran continuarlo; no obstante dentro de los requerimientos se encuentran documentos que deben traer de sus países de origen y realizar un pago para solicitar el trámite, lo que puede significar un obstáculo.
Lo que Chaves omitió sobre la crisis migratoria de su país
Nuevamente Chaves arremete contra la población refugiada que se acoge en su país y omite hablar de las dificultades que su administración tiene en materia de protección a los derechos humanos para las personas refugiadas, en una reciente entrevista para el medio de comunicación CNN indicó que su sistema de refugio es tan “generoso” y que con solo marcar el 1311 -que es la línea antes habilitada para llamar y solicitar una cita inicial- “una persona inmediatamente tenía acceso a permiso de trabajo y recibir recursos públicos”.
Sus declaraciones vuelven a distar de la verdad, el procedimiento de refugio es complejo y cambiante, ni siquiera antes de las reformas anunciadas el año pasado una persona solicitante de refugio podía obtener un permiso laboral tan rápido, el procedimiento indica tres meses luego de recibir su carné de solicitante de refugio y en total puede demorar de 3 meses hasta más de 1 año, según sea la disponibilidad de citas y la oficina.
Chaves también dijo “hay abuso del sistema de refugio” nuevamente esto no lo determina el Ejecutivo, para ello existe una comisión especial a cargo de este procedimiento con exhaustivos requerimientos y una entrevista donde la persona solicitante de refugio presenta sus razones y medios probatorios.
El sistema migratorio costarricense tienen grandes retos en materia de protección e integración, como ampliar las oficinas de atención a solicitantes de refugio, disminuir los tiempos de espera, crear otras categorías que reduzcan la carga del sistema de refugio con mecanismos accesibles para las personas solicitantes de refugio, ampliar su cobertura y a nivel estructural cambiar el paradigma, el estigma y el rechazo que utilizan para negar derechos y deslegitimar la necesidad de protección que tienen las personas solicitantes de refugio y refugiadas.