Entrevista a Cristina Solís: “Las mujeres perdieron el miedo de hablar en su propio idioma”

Maldito País

marzo 11, 2024

Cristina Solís Brito, originaria del pueblo Maya Ixil del territorio de Nebaj. Parte de las autoridades del pueblo Ixil. Trabajadora social y experta en Pueblos Indígenas. 

Durante la celebración del Año Nuevo Maya en el mes de febrero te nombraron como autoridad indigena pero sabemos que venís trabajando en la comunidad desde antes ¿Cuál ha sido tu trayectoría?

Llevo casi 11 años apoyando a las autoridades. Estuve desde un principio como secretaria de actas, secretaria en la alcaldía y de ahí poco a poco fui metiéndome dentro de la Alcaldía para conocer los trabajos, las denuncias, el trabajo que hacían en las comunidades con las empresas, a nivel comunitario con mujeres y hombres. Me nombraron como parte de la comisión de Comunicación, estuve tres años como coordinadora de consejo de mayores y el año pasado estuvimos en la comisión de diálogo con el presidente sobre la defensa de la democracia de Guatemala ante la corrupción. Justamente en este año me ascienden al puesto para hacer una de las alcaldesas en el territorio Ixil. Es un cargo con mucha responsabilidad porque tener una vara no es nada más tenerla en la casa o en el despacho de la Alcaldía, sino que también es un reto sobre cómo trabajar, cómo lidiar, cómo negociar con los problemas que llegan en la alcaldía.

¿Cuando eras niña veías a mujeres en cargos dentro de la Alcaldía o ha sido algo que ha venido cambiando con los años?

Cuando era niña no conocía mucho de las autoridades en las comunidades, pero sí, a nivel comunitario siempre se resaltaba la participación de los hombres pero poco a poco se han insertado las mujeres en estas alcaldías. Anteriormente y actualmente todavía prevalece la opinión, la decisión y el mando de los hombres porque la sociedad ha dicho que ser autoridad tiene que ser un hombre porque el hombre es el que no se mantiene en la casa entonces puede tomar decisiones y velar por la necesidad de la comunidad. Si queda una mujer dicen que la mujer no tiene esa capacidad de tomar decisiones y de poder llevar el liderazgo o el desarrollo en la misma comunidad. Pero actualmente la Alcaldía Indígena Municipal en donde estoy hay más de 35 mujeres, mujeres ya con una edad, mujeres con una trayectoria, con una historia desde el conflicto armado interno que duró casi 36 años aquí en la región Ixil. Ese liderazgo, esa agalla de estar dentro de esta estructura tampoco es fácil. Algunos nos han preguntado ¿Por qué en la región Ixil en las autoridades prevalecen la presencia de mujeres y más de mujeres jóvenes? Dentro de la Alcaldía habemos como tres o cuatro mujeres jóvenes teniendo vara y a veces nos dicen que al tener la vara nos van a ver como señoras, entonces a veces la sociedad te dice, ¿para qué entrás ahí? ¿para qué quieres la vara si eso te va a hacer más vieja? Pero viéndolo de una manera positiva, teniendo la vara, participando dentro de la estructura es donde puedes aportar el conocimiento. Una como mujer aporta porque no sólo el hombre es el que resuelve los problemas.

¿Por qué crees que es importante que más mujeres indígenas participen con cargos dentro de la comunidad?

Para las mujeres es un espacio en donde puedan resaltar su opinión, su voz, sus ideas y dar a conocerse, decir que como mujer uno puede. Todas las personas te miran con un liderazgo y a veces ahí te sientes motivada, sientes que también te toman en cuenta, toman en cuenta tu liderazgo, pero también quiero enfatizar que aunque estemos en un espacio público y con autoridades todavía persiste esta división entre hombre y mujeres. No por ser mujeres jóvenes, mujeres con capacidad o con una licenciatura, un doctorado, no quiere decir que te dejan tomar decisiones. Todavía prevalece este rol que casi siempre lo da la sociedad, la familia que dice que aquí hay que respetar al hombre, pero si no lo vemos importante y no nos metemos a estos espacios vamos a dejar que estas ideas que fueron traídas, sigan encaminando nuestra familia y la sociedad.

Durante el Paro Nacional del año pasado vimos a los pueblos indígenas como los grandes protagonistas y líderes de las movilizaciones ¿Sentís que algo cambió en Guatemala después de ese periodo de protestas?

Creo que sí cambiaron muchas cosas porque se ve que la unidad del pueblo prevaleció. La confianza de la población guatemalteca se vió en las autoridades indígenas, no en las autoridades elegidas por un partido político, sino en las autoridades que estuvieron en la calle, que levantaron la vara. Muchas mujeres, muchos jóvenes salieron a las calles a hablar, a exigir justicia en su idioma. Antes de que se anunciara el paro del 2 de octubre, casi todas las mujeres indígenas salían y hacían el esfuerzo de denunciar hablando en español, pero en este caso creo que el gran cambio fue que las mujeres se quitaron el miedo de hablar en su propio idioma, en agarrar el micrófono, en salir en la calle y en salir en las entrevistas. También en Guatemala se ve ese cambio porque el gobierno actual, los sectores privados, y otros sectores ahora le tienen miedo a las autoridades. Aún faltan cosas por hacer como pedir la renuncia de estas cuatro personas que han cooptado el sistema de justicia  pero hemos visto muchos muchos cambios y creemos que toda la población guatemalteca va a seguir denunciando, va a seguir exigiendo, ya sea en su territorio, en su casa, en su familia y en su propio idioma también.

Como mujer indigena y parte del pueblo Ixil ¿cuáles son las demandas que le hacen al gobierno y a la sociedad guatemalteca?

Desde la región Ixil tenemos muchas demandas pero sabemos que a nivel de Guatemala existen 24 pueblos diferentes que también piensan diferente, que resuelven sus conflictos diferente, que tienen distintas necesidades, pero nuestra demanda hacia el gobierno es que siga pidiendo la renuncia de las personas que también pedimos desde el 2 de octubre, como la jefa del Ministerio Público Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Franicisco Orellana y otros que también están involucrados en la corrupción. Otra cosa que hemos pedido como región Ixil  es decir: no a las empresas y no a la desmembración de tierras. Acá en Nebaj cuando el Estado quiere traer el desarrollo a la región, a veces quieren desmembrar el lugar y pasarlo al nombre del Estado para que puedan construir como una escuela, un centro de salud y esas no son nuestras demandas. También nuestra demanda es que cada proyecto de desarrollo que traigan a la región Ixil sea consultado a las autoridades, a las comunidades para ver si realmente ese proyecto de desarrollo resuelve las necesidades de la población. Sabemos que no todo puede cambiar de la noche a la mañana, pero siempre le hemos dicho que si él nos da la espalda como pueblo pues también le daremos la espalda y saldremos a la calle para exigir que se cumpla esto que hemos querido hacer.