Los pasaportes de Nayib y la crisis de educación en El Salvador

Maldito País

abril 16, 2024

Recientemente, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofreció a través de su cuenta en “X” 5 mil pasaportes gratis para profesionales en todas las áreas, que tengan “competencias altas” para contribuir a la sociedad salvadoreña y el futuro del país, según él. 

“Esto representa menos del 0,1% de nuestra población, por lo que otorgarles el estatus de ciudadanos plenos, incluido el derecho al voto, no plantea ningún problema”, expresó.

El mandatario, que se encuentra de licencia luego de reelegirse de forma inconstitucional en las pasadas elecciones, dijo que el costo de la inversión será de 5 millones de dólares. Además, ofreció facilidades de reubicación con 0% de impuestos y aranceles en el traslado de familias y activos. “Esto incluye artículos de valor comercial como equipos, software y propiedad intelectual”, dijo Bukele. 

En otro tuit, Bukele afirmó que pese a que El Salvador no es una nación desarrollada, necesita incentivos para el progreso cultural. “A pesar de ser una nación pequeña y pobre, entraremos en la carrera por la supremacía cultural”, afirmó.

El ofrecimiento de Bukele para profesionales extranjeros, que incluye la exención de impuestos, ha dividido a la opinión pública. Si bien muchas personas ven con buenos ojos el anuncio, hay sectores que afirman que se debe primero dar las oportunidades a los profesionales nacionales. Para 2022, las y los profesionales universitarios conformaban únicamente el 15.4% de la Población Económicamente Activa. El anuncio se da en un contexto en el que el Estado debe alrededor de 52 millones de dólares a la Universidad de El Salvador (UES), la única casa de estudios superiores pública del país y a la que Bukele prometió en la campaña electoral de 2018, aumentar su presupuesto anual. La UES ha denunciado en los últimos meses que este impago pone en riesgo el programa de becas remuneradas, programas de investigación y académicos.

“La universidad nunca había tenido una falta de pago con la magnitud que actualmente se tiene”, dijeron las autoridades universitarias a través de un comunicado. En este, indicaron que algunas de las consecuencias del impago son la suspensión del programa de auxiliares de cátedra, riesgo de sufrir acciones judiciales con proveedores por falta de pago, limitación para el funcionamiento de la universidad en línea y la imposibilidad de contratar nuevos docentes. 

A la crisis en la UES se suma la reducción del presupuesto al Ministerio de Educación -que fue de aproximadamente 60.4 millones de dólares para este 2024- y las promesas vacías de remodelar “mil escuelas por día”, como lo prometió el mandatario el 7 de septiembre de 2022 en la inauguración del programa “Mi Nueva Escuela”. Muchas remodelaciones y construcciones de escuelas se encuentran detenidas, como lo han revelado medios de comunicación. Para el 2023, las remodelaciones llegaron solo a 32 escuelas, según investigaciones periodísticas. Por otra parte, según la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples 2022, el 52.6% de la población entre los 4 y los 29 años asiste a un centro educativo formal. De este porcentaje, solo el 18% se encuentran entre los 18 y 29 años, periodo de desarrollo de estudios superiores. Para 2022, la escolaridad promedio a nivel nacional fue de 7.2 grados. A nivel de área se presentan diferencias sustanciales, ya que para el área urbana la escolaridad promedio fue de 8.2 grados. Mientras que, en el área rural fue de 5.6, encontrándose por debajo del promedio nacional.

A este contexto se suma la situación económica crítica que viven las y los salvadoreños con el alza de la Canasta Básica. En 2023, el país registró la Canasta Básica más alta de su historia, llegando a $255 para el área urbana y $193.98 para el área rural. Organizaciones ambientalistas denunciaron que 1.8 millones de personas en pobreza extrema no alcanzarán a cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA) ni la Canasta Básica Alimentaria Ampliada en 2023. Dicha cifra fue superada. Según los datos preliminares de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), elaborada por el Banco Central de Reserva de El Salvador, que reveló recientemente que más de 1.9 millones de salvadoreños vivían en pobreza monetaria el año pasado, es decir, que no alcanzaron la Canasta Básica Alimentaria, representando un 30.3%, la cantidad más alta desde 2018. La EHPM también reveló que 55,097 personas cayeron en pobreza en 2023. A esta realidad se suma el desalojo de más de 250 personas vendedoras informales en el centro histórico de San Salvador, como parte de un plan de revitalización impulsado por la Alcaldía de Nuevas Ideas. En el país, las personas dedicadas a la venta, comercio y mercados suman el 29.6% de la población ocupada, cuyo salario promedio es de $301.44.

La EHPM de 2022 registra que 2,845,750 personas tienen empleo remunerado, de ellas, el 57.9 % son hombres y el 42.1 % mujeres. En ese sentido, el salario promedio mensual ese año fue de $377.86. En la desagregación por sexo, los hombres ganan $403.99 y las mujeres $344.01, evidenciando una brecha salarial de $59.97 a favor de los hombres.  

Otros elementos que golpean la realidad salvadoreña es el precio de los combustibles, que en El Salvador aumentó un 24% ($0.90) en lo que va de 2024, según la Dirección de Energía, Hidrocarburos y Minas. La institución atribuyó a los ataques de Ucrania a refinerías rusas y al conflicto en Oriente Medio. Además, la migración sigue a la alza. La última actualización de cifras de la patrulla fronteriza de Estados Unidos, indica que 3,799 salvadoreños fueron detenidos durante el mes de marzo, y en lo que va del año fiscal actual, la cifra alcanzó los 32,610 salvadoreños detenidos en la frontera sur de Estados Unidos. Una cifra superior a la registrada en el mismo periodo en 2022.