Desde el exilio, reflexiono sobre cómo el espacio virtual se ha vuelto un campo de batalla por la verdad y la dignidad. Las redes no sustituyen el debate presencial, pero lo amplifican.
Este mega proyecto que contempla empresas mineras, una procesadora de óxido de hierro y otras más que explotan los recursos naturales de la zona, ha operado, de acuerdo a denuncias de organizaciones defensoras de los bienes comunes, sin licencia ambiental.
48 cantones es parte de esos gobiernos y autoridades indígenas comunales que existen antes de la creación del Estado Nación y pese a todos los intentos de violencia, despojo y racismo estructural han logrado permanecer en medio de los intentos por sabotear, cooptar y desaparecerlos.
Nicaragua. Abril. 2018. Un estallido social sin precedentes. Rabia, organización, solidaridad. Crímenes de lesa humanidad. Más de 350 personas asesinadas. Más de 800 mil exiliadas. Incontables vidas destruídas, muchas más lágrimas derramadas y otras que todavía no han podido llorarse. De eso va esta reflexión, para contribuir a lo que Judith Butler llama “un imaginario político de una igualdad radical de la duelidad”. Columna originalmente publicada en La Digna Rabia
La responsabilidad legal que se está asumiendo en este proceso judicial subraya la compleja relación de poder entre grandes empresas extractivas, el Estado y los poderes locales. Es decir, las estructuras corruptas continúan operando sin ningún abordaje de justicia.
Más allá del evidente narcisismo que Nayib Bukele muestra en redes sociales, especialmente en X, sabemos el uso político que hace de estas plataformas. Utilizan algoritmos que promueven la polarización, la confrontación y la mentira. Incluso, si ello supone activar, las veces que sean necesarias, el aparato de desinformación que lo rodea.
Beatriz, al desafiar el sistema patriarcal salvadoreño, puso en evidencia las relaciones desiguales de poder que se construyen a partir de sistemas de salud y justicia que nos excluyen, criminalizan y asesinan
Este país debe verse ante el espejo, reconocer que la vida no se respeta y que el presente es siempre con nosotras y esto significa que también será de un modo diferente al que las lógicas impuestas nos han determinado.
Con un EE.UU. menos regulador y una creciente influencia de estas corporaciones, el equilibrio del poder global no solo dependerá de los Estados, sino también de los tecnócratas digitales que controlen la infraestructura tecnológica del futuro.
Es cierto que el capitalismo existe, pero las demandas individuales y colectivas y en diferentes puntos del país, recuerdan que, a lo largo de vida, resisten voces de mujeres que históricamente se han visto enfrentadas a todas las formas de violencia, a la racialización, a la desigualdad y a distintas formas de opresión, y aun así existen y sobresalen.