Discurso de odio y xenofobia en Costa Rica: reacciones al asesinato de Otoniel Orozco
Maldito País
junio 5, 2024
La mañana del lunes 3 de junio un nicaragüense fue asesinado en Costa Rica, el hecho se dio bajo una discusión entre ambas familias en el condominio donde habitaban en una zona residencial de Escazú, al oeste de la Provincia de San José. En redes sociales circula un video que esclarece la situación, donde se observa que el asesino claramente actuó de manera premeditada. La Cruz Roja Costarricense determinó el fallecimiento de Otoniel Orozco en el lugar, por 14 impactos de bala en zonas sensibles de su cuerpo. El caso ya se encuentra bajo atención del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Esta noticia es un hecho lamentable y desde ambas partes la violencia verbal y física no se justifica de ninguna forma. Dicho esto; a esta noticia que se encuentra en diferentes medios de comunicación y redes sociales, le hace falta la sensibilidad necesaria para hablar de un problema que es estructural y tiene que ver con el rechazo hacia el otro -la población nicaragüense en Costa Rica-.
Se preguntaran ¿Qué tiene que ver el asesinato de una persona por un problema entre vecinos con la xenofobia? En primer lugar, la privación de la vida de este nicaragüense ya se encuentra dándole la vuelta a los principales noticieros y redes sociales, donde los comentarios apuntan a preguntas innecesarias y xenófobas, que van desde cuestionar por qué un nicaragüense vivía en un residencial de alto costo o indicar que la familia nicaragüense provocó el incidente verbalmente y esto justifica la actuación desmedida con el uso de un arma de fuego. Además, los vecinos del condominio han referido que el nicaraguense era objeto de burlas constantes y de actos xenofobos de parte del señor que perpetro su asesinato.
Es cuestionable que los medios de comunicación costarricenses omitan que la persona privada de su vida es un nicaraguense y narren el suceso como un asesinato común por “riña de vecinos”. Narrar las noticias implica a su vez ser transparentes y contar la mayor cantidad de detalles que permitan comprender toda la situación, esto no sucedería si el hecho fuese al contrario, no dudarian en omitir la nacionalidad del nicaragüense, como ya antes lo hemos visto, porque es precisamente lo que la xenofobia hace -rechazar al otro y buscar formas de despreciar su nacionalidad y cultura-.
La impunidad en el caso del nicaragüense Natividad Canda
La noticia anterior no se aísla de lo ocurrido la madrugada del 10 de noviembre de 2005, cuando el nicaragüense Natividad Canda fue atacado por dos perros Rottweiler luego de ingresar a robar un taller en La Lima de Cartago. Natividad fue devorado por los perros a la vista de autoridades locales, el dueño del taller y otros vecinos, pero no se hizo lo suficiente para salvarle la vida.
En 2008 el dueño del taller y un colaborador que ejercía como vigilante fueron absueltos por las autoridades, y en el año 2012 los 8 oficiales que habían sido acusados de negligencia en la muerte del nicaragüense, también fueron absueltos de toda culpabilidad por decisión unánime de un juzgado penal de Cartago. Esto dejó el caso en completa impunidad.
Este caso marca un precedente importante para la comunidad nicaragüense radicada en este país, nos recuerda y alerta sobre cómo la xenofobia de la población costarricense está impregnada en los sectores más conservadores del país. También nos hace pensar que de estos hechos tan lamentables y violentos surgen discursos de odio que se multiplican y replican por todos lados. “Ojalá te coma un rottweiler”, “No sea nica”, “Usted no parece nica”, “Es muy educado para ser nica”, son quizás solo algunas de las frases más despreciables que se utilizan para desprestigiar y atacar a una comunidad que representa mucho más que el rechazo recibido en Costa Rica.
Los aportes de la comunidad nicaragüense en Costa Rica según el Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica representan una fuerza de trabajo importante, más del 16% del mercado laboral, focalizadose en agricultura, trabajo doméstico o de cuidados, construcción y comercio. A esto se suma que los lazos de ambos países son históricos con formación de familias binacionales y el enriquecimiento de ambas culturas mediante los aportes de cada una.
Estos aportes se materializan con el trabajo arduo de nicaragüenses que se radican en Costa Rica en busca de mejores oportunidades económicas y de vida, como es el caso del señor Otoniel Orozco Mendoza, de origen matagalpino y naturalizado costarricense, quien era dueño de una empresa de seguridad y junto a su familia tenia mas de 20 de años de haber migrado al vecino país. Hoy su historia es un hecho lamentable que nos debe recordar que la violencia y la xenofobia no pueden seguir siendo la respuesta ante una comunidad tan valiosa como lo es la población nicaragüense en Costa Rica.