Donald Trump y el conservadurismo latino
Maldito País
noviembre 8, 2024
No es posible encontrar una única razón que explique el fenómeno de Donald Trump, pero sabemos que Trump no es la causa sino el síntoma del deterioro del sistema político que conocemos. En un mundo que contempla un genocidio en directo desde la pantalla de sus teléfonos, además de observar la inoperancia de los mecanismos internacionales y la inacción de los Estados, no es dificil entender porqué figuras como Trump, Milei o Bukele han resultado atractivas a los votantes cuando todo alrededor parece caerse a pedazos. En medio del caos, estas figuras prometen recobrar la esperanza gracias a un cambio radical, gracias a un shock en un sistema que luce adormilado.
Por desgracia, la esperanza del cambio que otrora fuera el mayor estandarte de lucha de la izquierda durante buena parte del siglo XX, hoy en día esa idea de transformación es enarbolada por la derecha más conservadora que aspira a destruir las significativas victorias que los grupos oprimidos han obtenido en materia de derechos. El mundo bipolar que alguna vez rigió la política global dejó de existir para dar paso a uno donde la única ideología disponible parece ser la del capitalismo y la explotación, para hacer un llamado ferviente a un supuesto pasado de gloria donde aún existía la moral. Al igual que Hitler que prometió recobrar la grandeza de Alemania para posicionarla ante el mundo como potencia e imperio, Donald Trump enarbola un Estados Unidos que solo existe en los anhelos de quienes creen que vivir en dignidad no es un derecho, si no un bien destinado para unos pocos. Bajo esa ecuación, son muchas las vidas que son prescindibles, como la de los migrantes, las personas encarceladas durante el régimen de excepción de Bukele o las personas empobrecidas afectadas por los programas de la motosierra.
En comparación a las elecciones de 2020, el voto de los hombres latinos en favor de Trump aumentó de forma significativa. Estos resultados demostraron un par de verdades que muchos analistas se resisten a ver cuando piensan en las poblaciones que votan: ser latino en Estados Unidos no significa mucho más que un origen geográfico que revela las diferencias y tensiones ya existentes en una de las regiones más desiguales del mundo, la segunda lección evidencia un hecho vergonzoso pero real: lo que llamamos cultura latina, esa que en norteamérica le han delegado el Hispanic Heritage Month en el mes de septiembre, esconde una cara no tan amable llena de fanatismo religioso, racismo, aporofobia, aspiracionismo y misoginia. Todos estos factores son la única forma de explicar que poblaciones migrantes voten para que el nuevo presidente haga deportaciones masivas de quienes podrían ser sus compatriotas. Es la ley de sobrevivencia del más fuerte donde el que llega primero dedica todos sus esfuerzos a bloquearle el camino a quien sigue. Esta medida de transformación de la cultura y de las conciencias es una política migratoria mucho más efectiva que el muro, la patrulla fronteriza o las redadas de ICE.
No sabemos qué pasará en Estados Unidos en este nuevo periodo con Trump a la cabeza, una figura harto conocida por lo impredecible y oportunista de sus decisiones. Lo que sabemos con certeza es que esto será un antes y un después no solo en el sistema norteamericano sino en la forma de entender la política a nivel global.