Maldito País En conferencia de prensa el pasado 26 de septiembre el presidente Rodrigo Chaves de Costa Rica habló de poner “mano dura” contra quienes se “comporten mal” la declaración…
Maldito País La rivalidad deportiva entre el Deportivo Saprissa y el Real Estelí desató muchas emociones de sensación nacionalista-tóxica, provocadas por ver representaciones de Costa Rica y Nicaragua disputando la…
Las reglas del juego se han cambiado para las personas solicitantes de refugio que están en Costa Rica o quieren llegar, y esto afecta sobre todo a la población nicaragüense que según las autoridades de Migración y Extranjería representan más del 80% de las solicitudes de refugio que llegan al país.
Hablamos con Guadalupe García sobre los proyectos extractivos en Guatemala y Centroamérica, la afectación a comunidades indígenas y el lado oscuro de las energías renovables.
Previo a cumplir su primer año de gestión, el gobierno de Rodrigo Chaves en Costa Rica vivió un hito en su amplio historial de movilizaciones callejeras, el malestar social llegó a tal nivel de descontento que hasta las fuerzas policiales se lanzaron a las calles a luchar por sus derechos.
Sofía Cortés Sequeira es profesora en la Escuela de Historia de la Universidad de Costa Rica. Investiga temáticas relacionadas con las dinámicas nacionales y regionales de la Guerra Fría en Centroamérica. También se desempeña como investigadora del Proyecto «Protestas Base de datos de Acciones Colectivas en Costa Rica», del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad de Costa Rica.
Centroamérica se caracteriza por ser una región hostil para periodistas. El oficio, hoy por hoy, se ve amenazado por los totalitarismos que van en auge en la región. Además de contar la historia, ahora al oficio también le toca contarse a sí mismo: sus adversidades y retos bajo ambientes que están lejos de mejorar
Son casi cinco años de crisis sociopolítica en Nicaragua, y no hay día que en este país no se escuche en los barrios y ciudades que alguien migró -un vecino, un amigo, un familiar- y duele mucho, porque esto retrata la realidad de Nicaragua.
Año con año marchamos para reivindicar nuestros derechos, por la igualdad, por el respeto a la vida y para exigir justicia por cada femicidio. Pero en Nicaragua no se puede marchar desde hace 4 años.