El proceso de independencia en Centroamérica fue el punto de partida para la conformación de los Estados de la región. Para entender el porqué de las dificultades de la consolidación de este proyecto es necesario echar un vistazo a la historia del siglo XX donde convergen importantes momentos de la historia económica, geopolítica e intelectual que colocaron a muchos países de Latinoamérica en una condición de subordinación y despojo.
El enorme poder que llegaron a tener en nuestros países dos empresas norteamericanas no puede explicarse sin la estrecha colaboración de las élites que durante décadas trazaron una red de corrupción y sobornos utilizando el Estado como centro administrativo de sus propios negocios. Desde entonces hasta la fecha el Estado sigue siendo visto como un botín donde el dinero se gestiona y fluye para unos cuantos.
Finalmente, para entender un poco más sobre este rompecabezas debemos comprender cómo en esa época se entrelazan las ideas de progreso de las élites con las perspectivas económicas y de desarrollo de las empresas norteamericanas. Para ambos grupos la tierra era vista como una fuente inagotable de recursos y la mayoría de quienes la habitaban no eran más que mano de obra barata casi esclava para quienes el concepto de ciudadanía no existía tal como lo conocemos hoy. Muchas de estas perspectivas sobre el desarrollo, la naturaleza y la raza sobreviven hasta nuestros días y evidencian los retos de nuestra región hacia la creación de un Estado de derecho.