En los últimos meses el movimiento de migrantes ha puesto al descubierto la nueva ruta que es utilizada como trampolín para llegar a Estados Unidos. Por un lado, esta ruta acorta el tránsito de migrantes provenientes de otros continentes o de las Islas del Caribe y por otro, genera réditos para el régimen de los Ortega-Murillo; quienes han encontrado un negocio lucrativo y una nueva fuente de financiamiento.
En diciembre de 2023 se conoció la noticia del Airbus A340, de la compañía rumana Legend Airlines, que volaba desde Dubái (Emiratos Árabes Unidos) retenido en Francia con 303 pasajeros de origen Indio, su destino era Nicaragua y la razón de su detención fue una alerta por tráfico de personas.
Antes de esta noticia ya se sabía del ingreso frecuente de haitianos y cubanos, quienes desde 2021 ingresan al país sin ninguna restricción, pero con altas tarifas por este tipo de vuelos. Entre enero y octubre del año pasado un promedio de 50 vuelos chárter se registraron desde la Habana y Puerto Príncipe con arribo en Managua y con dirección a Estados Unidos.
La ruta migratoria
La llegada de migrantes se da por diversas vías, el punto de arribo es el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en Managua, personas de Cuba y Haití estaban arribando sin escala en Managua, la situación cambió cuando la presión de Estados Unidos se hizo llegar a través de medidas restrictivas para funcionarios detrás de estos vuelos chárter.
En noviembre pasado los vuelos disminuyeron, promediando 20 vuelos diarios a uno por día y únicamente desde La Habana. Los vuelos desde Puerto Príncipe fueron cancelados mediante un anuncio oficial de parte del gobierno de Haití.
Las medidas anteriores decayeron considerablemente. La nueva modalidad de arribo se está dando para migrantes asiáticos y africanos que llegan a Managua con conexiones que incluyen Francia, España y El Salvador. La aerolínea Avianca llega a Managua con al menos 4 vuelos diarios, en su mayoría llenos de personas de estos continentes.
Según datos del Instituto Nacional de Migración en Honduras para el año 2023 hubo un incremento exponencial de 76 178 migrantes provenientes de Guinea, China, Senegal, Angola y otros países africanos y asiáticos. La institución refiere que estos migrantes principalmente aterrizaron en Managua y llegan a Honduras para continuar su tránsito hacia el norte.
Posterior a su arribo a Managua siguen su trayecto por tierra en taxis o agencias privadas ligadas al régimen, en coordinación con las autoridades del Aeropuerto Augusto C. Sandino, también se identifican redes de taxis que hacen la conexión vía redes sociales con previa anticipación y coordinación desde antes del arribo de pasajeros. Las personas migrantes siguen su trayecto por Honduras. El Salvador y Guatemala, hasta subir a su destino final que es Estados Unidos.
La respuesta de los países de la región
A raíz de esta nueva ruta migratoria que pone a Nicaragua como país de tránsito “importante”, Estados Unidos impuso una serie de restricciones a funcionarios nicaragüenses que encabezan la transportación de migrantes vía vuelos charters, la respuesta del Departamento de Estado es desarticular el trampolín que el régimen de Ortega-Murillo tiene y que fomenta la llegada de grupos migrantes.
La respuesta de los otros países de la región con esta situación no ha sido certeza, ni crítica, en el caso del gobierno de El Salvador el año pasado anunció la imposición de una tarifa equivalente a mil dólares para quienes provengan de un país africano o la India y que hagan escala o tránsito por este país centroamericano.
Un elemento relevante de esta noticia es que las rutas migratorias se reconfiguran y quienes tienen la necesidad de salir de sus países de origen se abren paso por puntos nuevos, que les permiten reducir los riesgos en el tradicional tránsito por la temida selva de El Darién, incluso a estas nuevas modalidades de tránsito se incluye la ruta entre Colombia y el Caribe nicaragüense por la Isla de San Andrés, llegando hasta Corn Island, aunque estas modalidades representan altos costos para las personas migrantes son consideradas de menor riesgo.
A los países de la región y en particular a Nicaragua le sigue quedando grande la deuda con las personas migrantes, siendo incapaces de crear mejores políticas migratorias y de apoyo para estos grupos, porque realmente no les interesa proteger ni colaborar, siguen en búsqueda de sus propios beneficios y de los réditos que les genera. Son nuevamente las personas migrantes quienes no dan lecciones de cómo en medio de las dificultades se articulan, pero sobre todo crean sus propios caminos, ubican nuevas rutas y alternativas que les permitan llegar con vida hasta donde quieren llegar.