Solo la justicia y la verdad pueden honrar a las madres nicaragüenses 

Maldito País

mayo 30, 2025

A lo largo de estos 7 años la dictadura ha intentado, de forma sistemática, acabar con la empatía de un pueblo al bombardearlo con abusos, privaciones y violencia.

En 2022 la dictadura de Nicaragua declaró el 30 de mayo como Feriado Nacional en ocasión del Día de la Madres, esto como una manera de ganar el afecto de un pueblo que ha vivido por más de siete años los abusos de un régimen autoritario y criminal que no ha cesado de violar derechos humanos. Esta decisión fue también un intento de borrar de la memoria de un país uno de los eventos más infames de nuestra historia reciente y que quedará inscrito en la memoría de los nicaragüenses: la Masacre del Día de las Madres. Ese día de 2018, un grupo de francotiradores dispararon  a manifestantes desde el Estadio Nacional de Béisbol apuntando de forma certera al pecho, la cabeza y el cuello. El objetivo era claro: aniquilar a los opositores y usar esos muertos como elemento de disuasión para que quienes exigían en las calles la renuncia de Ortega, vieran estas escenas de terror como ejemplo de algo que podría pasarles a ellos. 

El Día de las Madres de 2018 fueron asesinadas al menos 18 personas y un país entero presenció desde sus televisores y redes sociales los cuerpos de jóvenes inertes, ensangrentados, junto a la angustia de quienes intentaban ayudarlos y las desesperación de las madres que no encontraban palabras para explicar su sufrimiento. Ese día se instaló en la mente de la mayoría de los nicaragüenses que el siguiente asesinado podría ser cualquiera que estuviera en una manifestación, y ese día, más que cualquier otro, las madres tuvieron miedo de ver a sus hijos salir a la calle. Finalmente de eso trata la empatía, de la capacidad para sentirnos identificados con otras personas, y en aquel caso, habla de la capacidad que tuvo el país de sentir algo similar al dolor de esas madres que habían perdido a sus hijos durante meses de protestas. 

A lo largo de estos 7 años la dictadura ha intentado, de forma sistemática, acabar con la empatía de un pueblo al bombardearlo con abusos, privaciones y violencia. La empatía más que un valor cristiano, es uno de los sentimientos nos permite vivir en comunidad y el que no debemos perder de vista para  construir el país que imaginamos. Recordar que desde hace 7 años cientos de madres nicaragüenses no pueden celebrar su día sin sentir dolor, no significa dejar de sentir gratitud por lo que se tiene. Honrar la memoria de quienes se fueron y de quienes sufren es una tarea ética, una muestra de empatía y de compromiso con la verdad y la justicia. 

Como todo en el devenir de la humanidad, las fechas del calendario se transforman y resignifican a merced de los momentos históricos. La tarea de los nicaragüenses es convertir el 30 de mayo en una fecha que nuevamente signifique gratitud y reconocimiento del trabajo de tantas mujeres que han entregado al mundo sus hijos con la esperanza de que vivan en una sociedad más igualitaria que la anterior. Solo cuando las madres de las víctimas tengan el reconocimiento que merecen, es que el Día de las Madres volverá a florecer como una fecha de memoria y celebración por la vida que les fue arrebatada a cientos de personas inocentes y por el trabajo incansable de sus madres en la búsqueda de justicia y verdad.