Tras dos intentos renuncia Salvador Nasralla, designado presidencial de Honduras
Maldito País
mayo 2, 2024
El 30 abril, el Congreso Nacional de Honduras aceptó, tras un segundo intento, la renuncia del designado presidencial Salvador Nasralla. Ahora, el presidente del partido Salvador de Honduras, se encuentra habilitado para participar en el próximo proceso electoral y deja oficialmente las filas del gobierno del partido Libertad y Refundación (Libre), presidido por Xiomara Castro.
Nasralla, quien ha sido candidato a la presidencia en los últimos tres procesos electorales (2013, 2017 y 2021) con diferentes partidos y alianzas, entre ellas con el partido Libre, anunció que su renuncia se debe a un nuevo intento para buscar la presidencia del país, ya que conoce cómo funciona el sistema y que tiene “la solución para resolver los problemas de Honduras”.
En Honduras, la figura de designado presidencial la ostentan tres personas pero en realidad no cumplen con funciones trascendentales en el marco del gobierno y hasta han llegado a ser considerados ornamentales. Además, a diferencia de una vicepresidencia, las y los designados sólo pueden llegar a dirigir el Poder Ejecutivo, en caso de ausencia temporal o definitiva de la presidencia, si el Congreso Nacional los elige.
¿Quién es Salvador Nasralla?
Salvador Alejandro César Nasralla Salum, nació en Tegucigalpa el 30 de enero de 1953, es hijo de padre hondureño y madre chilena de origen libanés. Nasralla es ingeniero civil de industrias con especialidad en construcción y cuenta con una maestría en administración de empresas, ambos títulos emitidos por la Universidad Católica de Chile. Sin embargo, pese a sus estudios, Salvador es más conocido como “El señor de la televisión” ya que por más de 40 años se ha dedicado a ser el presentador de programas televisivos como “X-0 da dinero” y “5 Deportivo”.
En el 2011, incursionó en la política al fundar el Partido Anticorrupción (PAC) del cuál fue candidato presidencial en el 2013 pero alcanzó apenas un 15% de los votos, posicionándose como la cuarta fuerza política del país. Para las elecciones del 2017, Nasralla encabezó la alianza de la oposición de la mano con el partido Libre y su candidata, Xiomara Castro. Sin embargo, perdieron la presidencia debido a que el entonces presidente, Juan Orlando Hernández, realizó fraude electoral.
Para el 2021, Nasralla conformó un nuevo partido político, Partido Salvador de Honduras, con el cual realizaría su tercer intento para llegar a la presidencia de Honduras. Pero, meses antes de la elección, decidió renunciar a su pretensión para conformar una nueva alianza de oposición que esta vez encabezó Xiomara Castro, la actual presidenta.
Un aliado que terminó siendo opositor
Si bien, en los primeros días del gobierno de la alianza de oposición se esperaba que los acuerdos se sostuvieran, este no fue el caso debido a que Nasralla comenzó a denunciar que no era tomado en cuenta por la presidenta en la toma de decisiones. Lo que, en acto seguido, lo llevó a comenzar una campaña de desprestigios en contra de Castro, mismos que de acuerdo al asesor presidencial y esposo de la gobernante, fueron lo que ocasionó la ruptura oficial de la alianza en octubre de 2022.
Por otro lado, pese a que Nasralla formó parte del gobierno de Castro, su agenda como designado presidencial se basó en ser un agente desestabilizador, al grado que conformó un Bloque de Oposición Ciudadana (BOC), en agosto de 2023 en el marco de la parálisis legislativa causada por la falta de consensos en la elección de las autoridades del Ministerio Público, con sectores políticos conservadores ligados al narcotráfico y, hasta al golpe de Estado de 2009.
En estos últimos meses previo a la oficialización de su renuncia, Nasralla se encontró envuelto en una serie de disputas respecto a las decisiones que ha tomado el actual gobierno, ya que asegura que son medidas que encaminan al país al comunismo.
¿Por qué es relevante la renuncia de Nasralla?
Si bien, Salvador Nasralla ha sido un acérrimo opositor del gobierno, su renuncia se vuelve relevante debido a la manera en que se llevó a cabo, debido a que ocasionó un profundo debate entre las fuerzas políticas del país que rememoró las fracturas que ocasionaron la crisis legislativa del año anterior. También, porque en su primer intento la renuncia indicaba directamente sus intenciones de buscar la presidencia en el siguiente ciclo electoral, por lo que no aceptarla se consideraba una vulneración a sus derechos de participación política.
Por otro lado, es importante resaltar que, en el actual contexto político del país, para el actual gobierno es urgente consolidar alianzas con sectores claves de la sociedad, especialmente aquellos representados en el Congreso Nacional para poder cumplir con la aprobación de normativas que permitan consolidar el sistema democratico y el Estado de derecho, mientras se responde a las necesidades del pueblo hondureño.