Divorcios y falta de consensos en la política hondureña
Maldito País
junio 2, 2023
La definición de política puede ser muy amplia en diversos aspectos dentro del lenguaje popular, si preguntamos en las calles podemos obtener posibles respuestas donde apuntan que simplemente es una actividad en la que se dedican a “robar”.
Ahora, si buscamos de manera remota la definición en alguna página de internet, nos detalla en otras palabras que es “una ciencia que busca organizar las diferentes sociedades humanas, tiene como fin impactar de manera positiva en la calidad de vida de los seres humanos”. Dejemos el término hasta ese punto, aunque podamos sacar más de mil definiciones, me gustaría resaltar “La calidad de vida” si pensamos al menos en el contexto de Honduras, ese término es algo que nuestros políticos hondureños olvidaron hace mucho tiempo.
¿Por qué determino ésto? El nuevo Gobierno de la presidenta Xiomara Castro lleva más de un año y cuatro meses en el poder y ya tenemos mucho de qué hablar o señalar, pero mucho cuidado con apuntar con el dedo, quizás algún bot de Twitter nos puede llenar de insultos.
Durante este primer año de administración, se han dado diversas confrontaciones, lo que más sorprende son las peleas no tanto de la oposición con el oficialismo, si no los conflictos internos del mismo Partido Libre, solo demuestran una debilidad institucional donde principalmente disputan puestos burocráticos en el gobierno, las bases (activistas) de Libre tienen la soberbia de pensar que “es un derecho” para ellos trabajar en el gobierno, el gran problema de la administración pública hondureña: se generó el mal hábito de llenar de activistas los puestos en las instituciones públicas.
En este caso sucede algo curioso, muchos jefes de las instituciones del gobierno pertenecen al Partido Libre, pero la mayoría de los empleados son del Partido Nacional o personas que entraron hace tiempo por diferentes razones a esas secretarías a trabajar.
En algún momento comentaron que el gobierno al entrar no tenía dinero para despedir a la gente del Partido Nacional, me tomo la libertad de pensar que la misma gente de Libre no soporta a sus bases en las instituciones, pero puedo equivocarme.
Estos conflictos internos pueden suceder en todos partidos. El Partido Nacional de Honduras cuando fueron gobierno tenían un gran descontento interno, pero sabían ocultar esos conflictos.Algunos dirigentes nacionalistas no estaban de acuerdo con la política del ex presidente Juan Orlando Hernández, pero debían seguir sus líneas.
Principalmente la política hondureña carece de arte para resolver conflictos, fuimos testigos de lo mismo en el año 2009, donde prevaleció más la soberbia que llegar a un acuerdo para evitar una tragedia en el país. Catorce años después, sigue prevaleciendo esa soberbia en nuestros políticos, donde vemos a un designado presidencial, Salvador Nasralla, ya separado del poder Ejecutivo donde hace una semanas le quitaron el presupuesto de su despacho, solamente quedó como un burócrata más del gobierno recibiendo su salario.
Ahora tenemos a un vicepresidente que ataca a su mismo gobierno y tratando de minimizar el trabajo de la mandataria Castro. También tenemos la falta de consensos para la aprobación de la nueva “Ley de Justicia Tributaria”, si bien existe una socialización del proyecto donde diversos grupos de sociedad civil y sectores de la empresa privada dieron su postura y observaciones del caso, al final quienes aprueban la ley son los diputados y estamos viendo un juego donde el gobierno actual tendrá muchas dificultades para conseguir los votos necesarios para esa aprobación.
La nueva Ley de Justicia Tributaria, en otras palabras, tiene como fin hacer una reforma exhaustiva a todo el sistema tributario y de esa forma el Estado podría captar mayores ingresos y eliminar los abusos de exoneraciones que se dieron en el pasado a grandes empresas. En palabras simples, en Honduras debe pagar más el que gana más, es algo que todos podemos coincidir en la sociedad.
El gobierno se ha encontrado con una pared, donde un sector empresarial ha criticado fuertemente esa nueva Ley, exponiendo diversas teorías como esa nueva medida va afectar a los inversionistas extranjeros y que va provocar mayor desempleo al efectuarse de manera drástica. Tanto así que Pedro Barquero (representante de un grupo de empresarios de Honduras) además acompañó a Salvador Nasralla en su campaña y en la alianza política en el 2021, renunció al cargo que tenía como Ministro de Desarrollo Económico; alno estar de acuerdo con las medidas del gobierno, entre ellas La Ley de Justicia Tributaria.
En la actualidad, tenemos una disputa política tonta para llegar a consensos, una oposición caprichosa y un oficialismo lleno de soberbia, pero al gobierno de nada le sirve la terquedad porque si o si ocupan de los otros partidos para aprobar proyectos de ley que vayan presentando, ellos no llegan ni a 65 votos, es la mayoría simple se requiere en el Congreso Nacional.
Además de la nueva Ley Tributaria, se sumó la más reciente polémica, fue la discusión de la adhesión de Honduras al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Al momento de votación por parte de la oposición, el Partido Liberal votó a favor. Luego no quisieron ratificar el acta, ya que se sintieron afectados por el discurso que dio el ministro del Servicio de Administración de Rentas (SAR) señalando que algunos diputados de la oposición son cómplices con el sector empresarial para la no aprobación de la Ley, ya que les afecta sus intereses económicos.
Tal discurso provocó polémica dentro del Congreso, muchos diputados se levantaron de su curul. En respuesta de ese discurso, el Partido Liberal decidió no ratificar el acta de la aprobación de Honduras al CAF, donde tenemos otro conflicto por falta de consensos.
El presidente del Congreso Nacional, Luis Rendo, señala que la oposición lo hace por capricho, ya que en la agenda legislativa estaba previsto derogar un par de artículos vinculados con los delitos de Lavado de Activos, El Fondo Departamental, son leyes que benefician a las personas acusadas por estos delitos, generando mayor impunidad.
El representante del Legislativo asume que ese es el motivo, ya que posiblemente a muchos diputados no les favorezca la derogación de tales artículos. Esa falta de consensos la observamos en la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia, aunque Libre logró obtener la presidencia, al final fueron los grandes perdedores de la negociación. Además de buscar la aprobación de la nueva Ley de Justicia Tributaria, falta la elección del nuevo Fiscal General de la República, el proceso de elección será caótico viéndolo desde un punto de vista.
Los políticos hondureños deben ser conscientes que al final de cuentas el país es quien paga los platos rotos.Tenemos que reconocer que venimos de un gobierno que por más de 12 años se involucró en casos de corrupción y se vinculó con narcotraficantes, dejando el país saqueado y golpeado. Con más razón, el actual gobierno debe reflexionar para tomar las mejores decisiones, vamos por un camino que seguiremos en lo mismo, todo por la soberbia y peleas de poder.